En dos pistas del Congreso se perpetraron un par reformas que tendrán serias repercusiones entre los mexicanos. Una, que se cocinó en el Senado: la revocación de mandato; la otra, en la Cámara baja: la 'ley antifacturera'.
Veremos qué tanto impactan en la vida democrática del país y en la captación tributaria ambas reformas, que de suyo han polarizado aún más a las fuerzas políticas y por supuesto a los ciudadanos, sobre todo aquellos ubicados en la iniciativa privada, que ven amenazados sus intereses e incluso su libertad por los daños colaterales que pudieran padecer.
Sobre la revocación de mandato diremos que la terquedad del presidente López Obrador genera el sospechosimo sobre su soterrada intención de reelegirse y que, a pesar de que se quiere disfrazar en una conquista de la democracia participativa, lo cierto es que solo los ilusos, por no decir una palabra altisonante, creen a pie juntillas que en 2022, AMLO desee tan solo medir su popularidad entre los ciudadanos para terminar su sexenio en 2024.
Dice Ricardo Monreal, líder de los senadores morenistas, a pregunta expresa de los reporteros, que es una gran mentira que se busque que el presidente pretenda brincar su sexenio con la revocación de mandato.
Advierte que percibe gran ignorancia afirmar eso, sin embargo, lo que se aprecia es la aviesa intención de mantenerse en el poder.
Podrán poner todos los candados del mundo a la revocación de mandato, sin embargo, en su momento cuando se haga la consulta popular, no dude, estimado lector, que tal como se ha hecho en Baja California, buscarán ampararse en estrategias legaloides y chapucerías legislativas para buscar la reelección presidencial.
El tiempo pondrá a cada quien en su lugar, pero desde ahora a todos aquellos que se oponen a la revocación de mandato, les diremos que tuvieron razón y salvo que ocurra una verdadera tragedia en las elecciones intermedias de 2021 para Morena y el presidente, sin duda la consulta popular sobre la revocación además de enconar a los mexicanos, buscará la modificación constitucional del artículo 83, ese que habla del sufragio efectivo, no reelección.
Con las reformas aprobadas el día de ayer se continúa con el proceso de inhibir la confianza de los inversionistas en el país y se fustiga a la iniciativa privada con la 'ley antifacturera'. Por otro lado, con la revocación de mandato se atenta incluso contra las mismas elecciones, ya que con una consulta popular se podrá definir quién será el próximo gobernante.
El PAN representado en la Cámara alta se mantuvo firme en la postura de ir en contra de la revocación de mandato y salvo tres legisladores de ese partido, votaron en contra. En cuanto al PRI, se observa una entera sumisión al Ejecutivo y aquel discurso de que iba a representar un auténtico contrapeso al Ejecutivo, pues solo fue demagogia, porque en los hechos a cada rato se bajan los pantalones. El reto del tricolor en 2021 será mantener su registro.