Desde San Lázaro

El partido de Gordillo y la venta de sus casas

Elba Esther Gordillo puso a la venta dos casas que tiene en el fraccionamiento Green Turtle Village y que coincide con el arranque de su nuevo partido político.

Elba Esther Gordillo puso a la venta dos de sus casas que tiene en la zona exclusiva de Coronado, en el fraccionamiento Green Turtle Village, valuadas en casi nueve millones de dólares.

Hace una semana se empezaron a promover mediante un letrero en ambas propiedades, ubicadas en un tranquilo callejón sin salida de Coronado Cays. La casa de siete dormitorios, en el 23 Green Turtle Road, está a la venta en más cinco millones de dólares. Al otro lado del camino está el otro inmueble sin terminar, que se vende en 3.85 millones de dólares.

El listado de venta describe esta última, como "una rara oportunidad para inversionistas, constructores y soñadores, por igual".

En estas ligas se puede apreciar la magnificencia de las residencias, ubicadas en la zona de mayor plusvalía de California.

Todo esto coincide con el arranque de su nuevo partido político, basado en la organización Redes Sociales Progresistas, proyecto que requiere dinero, tiempo y esfuerzo, amén de rodearse de una serie de incondicionales.

Estos últimos ya los tiene en la figura de sus familiares, René Fujiwara Montelongo y su yerno, Fernando González, y en tres personajes que han estado más en temas de corrupción que en lides políticas: Juan Iván Peña Nader, quien tuvo un papel protagónico en el grupo propietario del casino Royale, de Monterrey, donde perecieron 52 personas quemadas; Tomás Vázquez Vigil, que salió por piernas de la alcaldía de Guadalajara ante señalamientos de corrupción de vendedores ambulantes, y Moisés Jiménez, acusado por vender y dar plazas a familiares.

La clientela que daría luz a este nuevo partido es principalmente el magisterio, que enfrentará el dilema de apoyar a Gordillo o a Nueva Alianza, partido que acaba de perder su registro nacional y que ahora es contrario a la maestra.

El sentido del voto que harán los maestros tiene que ver precisamente con regresarle el poder a su exlideresa, ya que no sólo se trata de avalar a su partido político, sino también de abrirle la posibilidad de dirigir al SNTE.

La cercana relación que tiene la maestra con Andrés Manuel López Obrador y con varios miembros de su gabinete se ha dañado en virtud de diversos factores, principalmente por su obstinación de hacer una serie que dé cuenta de su vida y su actividad política, contrario a los propios deseos del Presidente de la República.

La salida de Juan Díaz de la Torre de la dirigencia del SNTE y la consolidación del liderazgo democrático de su sucesor, Alfonso Cepeda Salas, le cerraron las puertas a Elba Esther para asumir la presidencia de ese organismo sindical, toda vez que todos los nuevos cuadros de dirigentes que tiene el SNTE en el país fueron elegidos por voto secreto y nominal, además de que en los varios encuentros que ha tenido el maestro Cepeda y su Comité Ejecutivo con AMLO ha surgido una empatía ideológica que se ha traducido en el total respaldo del SNTE a la cuarta transformación del país.

Para nadie es un secreto la relación que tiene Gordillo con el titular de la SEP, Esteban Moctezuma, y varios de sus colaboradores, como su jefe de oficina, Luis Maldonado, quien, por cierto, no se le ha visto en su despacho desde que fue omiso a la orden presidencial de hacer pública la declaración patrimonial.

La última vez que se le vio a Maldonado fue cuando fue a despedir a la maestra, que viajó a Japón para celebrar su cumpleaños.

Ahora enfrenta el dilema Esteban Moctezuma, de proteger a su colaborador o de plano liberarlo para que se vaya a apoyar a Elba Esther en su nuevo periplo político.

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