Desde San Lázaro

El peor tianguis de la historia

Ahora, el enfoque será promover el turismo entre las clases populares y marginadas, quienes podrán suplir los dólares que dejaban los visitantes extranjeros.

Contrario a las declaraciones de Miguel Torruco, la edición 44 del Tianguis Turístico de Acapulco se desarrolló en un ambiente desalentador y con empresarios del ramo decepcionados por la actitud presidencial de no dar marcha atrás a la cancelación del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), y ni siquiera asignar recursos presupuestales extraordinarios a la promoción del producto turístico del país.

Luis Barrios, presidente de la Asociación de Cadenas Hoteleras, recordó que el turismo es mucho más que sol y playa, es pieza clave en la economía porque aporta el 8.9 por ciento del PIB. Dijo que los beneficios del turismo son un secreto y no queremos que sea el mejor guardado. Por ello pidió al presidente "no nos descobije, apóyenos con recursos necesarios para anclar con creces esta actividad: necesitamos 125 millones de dólares anuales, lo que significa medio punto porcentual de lo que México ingresa por divisas".

Las cifras alegres del evento sólo están en la mente de un zalamero funcionario que trata de tapar el sol con un dedo. Lo que es un hecho, es la voraz competencia que se da entre los países del orbe por captar turistas y divisas, quienes emprenden agresivas y costosas campañas de publicidad y relaciones públicas; en contraparte, en México de un plumazo y por decreto presidencial se eliminó al CPTM, con lo que se cavó la tumba de múltiples destinos.

Dice Torruco que ahora el enfoque será promover el turismo entre las clases populares y marginadas, quienes a lo mejor con los apoyos que les da el gobierno de la mal llamada 4T, podrán suplir los dólares que dejaban los visitantes extranjeros.

Broma de mal gusto, pero el Tianguis ha dejado un mal sabor de boca y no por culpa del gobernador Héctor Astudillo ni por la alcaldesa de Acapulco, Adela Román Ocampo, sino por la incapacidad de Sectur en la organización, la logística y el desarrollo del evento.

Los mismos gobernadores hicieron lo mejor para que sus stands y suites de negocios estuvieran relucientes y atractivos, empero los compradores y visitantes de otras regiones de mundo no fueron "los gallones de otras ediciones"; por ello afirmamos que las cifras alegres vertidas por Torruco son más falsas que un billete de cuatro pesos.

Veremos si las 47 mil 114 citas de negocios y la participación de mil 251 compradores, 278 internacionales de 45 países, que anunció el titular de Sectur ante el presidente, son significativas a la hora de hacer el recuento en la balanza turística, o también si será verdad que las divisas por esta actividad crecerán 10.6 por ciento, o más aún: ¿en dónde diablos están esos cuatro mil 800 millones de pesos que anuncio Torruco en el marco del Tianguis Turístico?

Ante el lamentable suceso de querer aniquilar a la actividad turística, los empresarios y prestadores de servicios del ramo deben organizarse para, como en otras ominosas etapas de la historia, mostrarse competitivos en las grandes ligas y no dejar la rebanada de pastel a los competidores por la incompetencia de las autoridades del gobierno.

Si no hacen así, será muy difícil revertir la situación después de seis años.

Para pena de todos esta 44 edición del Tianguis ha sido la peor, pero lo grave no es eso, sino que en la próxima, a celebrarse el otro año en Mérida, las expectativas sin la operación del CPTM y sin funcionarios expertos en el tema, son de pronóstico reservado.

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