Desde San Lázaro

La apuesta del presidente

La lógica del mandatario es que mientras más personas apoyen los programas asistenciales, hay más posibilidades de éxito en las elecciones de 2021.

También la diferencia que existe entre el Ejecutivo federal y varios gobernadores en torno a la semaforización del estado que guarda el Covid-19 en las entidades, pasa por el crisol de las elecciones intermedias del próximo año, por lo menos en la mente del presidente López Obrador.

Con el pretexto de la pandemia se están tomando muchas decisiones que nada tienen que ver con ella y sí con los resultados de los próximos comicios electorales a celebrarse en junio de 2021, en donde se renovará la Cámara de Diputados federal, así como 14 gubernaturas, amén de congresos locales y ayuntamientos.

Para nadie es un secreto que lo que ocurra en esa elección determinará el resultado de la revocación de mandato del presidente de la República que se llevará a cabo en 2022 y del resultado de ese referéndum, habrá luz sobre el destino de AMLO rumbo a 2024.

No es por ser mal pensados pero el gambito de la revocación de mandato la usaron Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, Evo Morales en Bolivia (por cierto, ¿dónde estará este prócer de la patria de la 4D?) y Daniel Ortega en Nicaragua, para mantenerse más allá de la frontera en donde terminaban su primer periodo presidencial.

Bajo este contexto hay que entender las decisiones que se toman desde Palacio Nacional en torno a todos los temas, desde la crisis sanitaria, médica y económica, hasta el diferendo con los gobernadores de los estados, quienes varios de ellos han dado muestras contundentes sobre lo que se tiene que hacer para proteger la salud y la vida de sus gobernados. Un ejemplo de ello es Enrique Alfaro, de Jalisco, quien gracias a las decisiones correctas que se aplicaron en tiempo y forma ha logrado, ese sí, aplanar la curva de contagios, a tal punto que en esa entidad están por volver a la 'nueva normalidad'.

Así ocurre en una docena de entidades en donde hay mejores resultados en el combate al coronavirus que los que presenta el otro López, el de Salud y en buena parte de ellas habrá elecciones.

Los estados en donde habrá comicios el próximo año para renovar al jefe del Ejecutivo estatal son: Baja California, Campeche, Chihuahua, Guerrero, Michoacán, Tlaxcala, Zacatecas, SLP, Sinaloa, Sonora, Nuevo León, Querétaro, Baja California Sur y Nayarit

Ese hecho molesta a AMLO, de que en casa hay casos de éxito en torno al combate del Covid-19 y ello no lo puede aceptar por el riesgo que implica perder en esos estados el próximo año.

Las prioridades del gasto público del gobierno federal no responden a las necesidades de la gente que está viviendo la peor crisis de sus vidas, ya en materia de salud, de mortandad y en la misma economía familiar.

La resistencia del Ejecutivo a canalizar los enormes recursos presupuestales que se destinan a las tres obras banderas de esta administración -el Tren Maya, Santa Lucía y Dos Bocas- a la pandemia, tiene una respuesta lógica cuando se aplica bajo la lupa política-electoral.

El criminal desabasto de medicamentos e insumos básicos para el personal médico deriva de los recortes presupuestales que se destinan también para fondear los programas asistenciales, con tintes electorales del gobierno de la 4T.

Claro, mientras más personas se apoyen con estos programas, más posibilidades de éxito en las elecciones de 2021. Bueno esa es la lógica del presidente.

Así pueden ser dos millones de personas más o las que sean, muchas de ellas, agradecidas por el apoyo, saldrán a las calles a defender la causa obradorista en esas elecciones.

Esa es la apuesta del presidente y no hay otra, lo demás, son demagogia, mentiras, manipulación y simulaciones.

Si alguien me dice que muchos gobernadores, principalmente priistas, estarían apoyando al candidato de Morena, esa es otra historia de la que escribiremos en la próxima colaboración.

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