Desde San Lázaro

La CNDH es un cadáver institucional

AMLO no va a desaparecer a la CNDH porque le sirve de tapadera; sin embargo, deben surgir voces desde el Congreso que pidan la eliminación de un organismo que atenta contra sus fundamentos.

La CNDH ha perdido rumbo y su razón de ser, por ello, sería mejor desaparecerla y ese presupuesto destinarlo a la compra de medicinas y fortalecimiento de la plantilla de personal del sector salud.

Desde luego, AMLO no va a desaparecer a la CNDH porque le sirve de tapadera, sin embargo, deben surgir voces desde el Congreso que pidan la eliminación de un organismo que atenta contra sus fundamentos fundacionales.

Ya no es una defensoría del pueblo ante los excesos del poder público, ni tampoco es garante de los derechos fundamentales de la ciudadanía, ante los abusos de la autoridad, por ello, para efectos prácticos es un cadáver institucional.

Ante la indignación generalizada por el brutal asesinato de la niña Fátima de escasos siete años, han surgido versiones tan descabelladas como absurdas para defender la inacción e ineptitud de la autoridad. Tal fue el caso de los senadores de Morena que culparon a los padres o del mismo presidente López Obrador que echó por delante su decálogo de buenas intenciones y su acostumbrada letanía de acusaciones al pasado y al modelo neoliberal, ignorando con ello que el PRD, partido en donde militó, gobernó la CDMX desde hace 23 años.

La indolencia de las autoridades capitalinas, comandadas por la pusilánime Claudia Sheinbaum, y la pasividad del gobierno federal en el caso de Fátima y en general por la violencia de género que se ha recrudecido en el país, debió de haber sido causa de una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), empero fue omisa ante la flagrante omisión y negligencia del poder público ante estos hechos.

La Piedra que cobra como ombudsperson, con su silencio es cómplice del Estado, al no emitir ya no una recomendación, sino siquiera un comentario conminando al gobierno de López Obrador que emprenda una serie de acciones e instrumente políticas públicas para combatir la violencia de género.

José Luis Soberanes Fernández, expresidente de la CNDH, señaló que este organismo está volviendo "inoperante e intrascendente" y cuestionó la actuación de la actual defensora del pueblo, Rosario Piedra Ibarra, ante casos no solo de feminicidios, sino de migrantes y desabasto de medicamentos.

"La CNDH debe ser una magistratura que se base en la autoridad moral; se ha perdido esta autoridad moral, por lo tanto, es una comisión inservible", sostuvo el jurista, quien acudió a San Lázaro al foro 'A 199 años del Plan de Iguala', que se conmemora el 24 de febrero.

Soberanes recordó que la designación de Piedra Ibarra fue muy controvertida, y dijo que aquellas épocas cuando hablaba el ombudsman se incomodaban a las autoridades; ahora, se tiene una ombudsperson "muy cómoda, y ella no lo niega ni lo rechaza".

Es una institución intrascendente; por lo tanto, los recursos que invierte el Estado en ella deberían canalizarse en la salud pública y no en una institución que no le sirve al pueblo, externó Soberanes Fernández.

Resaltó que la CNDH tenía un cuidado muy especial hacia los migrantes, sobre todo centroamericanos, y lamentó que actualmente sean tratados de una forma tan brutal y que no haya "una voz que se levante a favor de ellos".

Dijo que con el cambio de gobierno era una oportunidad para dar un mayor impulso a este organismo autónomo. Sin embargo, la respuesta fue contraria. "Entonces, se está volviendo una institución inoperante e intrascendente".

Coincido con Soberanes en su apreciación de que la CNDH se ha convertido en un elefante blanco que solo sirve para tirar los recursos públicos que se destinan para mantenerla.

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