La guerra por el hueso ya empezó y se recrudecerá a medida que se acerquen las elecciones de junio, así que, no es de sorprender la petición de desafuero contra un gobernador y seguramente conoceremos de otros casos que, en el fondo, buscarán granjearse votos y simpatías a la causa de cada uno de los frentes.
El intento de desafuero que construyó Vicente Fox contra Andrés Manuel López Obrador, lo único que logró fue fortalecer al tabasqueño en sus aspiraciones presidenciales a grado tal que casi se alza con la victoria en la elección del 2006, contra Felipe Calderón.
Ahora, AMLO intenta hacer lo mismo contra el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca. Desaforarlo por delitos derivados de un supuesto impago de impuestos y comprobación del origen de los recursos destinados en la venta de un inmueble por un valor de 45 millones de pesos.
La carpeta de investigación respectiva se integró en su contra por hechos con la apariencia de delitos de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y evasión fiscal equiparada.
Así pues, no se trata de delitos de narcotráfico u otros que son típicos de algunos exmandatarios estatales de esa entidad.
Considerado como uno de los gobernadores panistas más beligerantes contra López Obrador, Cabeza de Vaca enfrenta un proceso de desafuero que a decir de los enterados, en cuanto la Cámara de Diputados le quite el manto protector del fuero, los agentes de la FGR le echarán el guante y esto pudiera ocurrir en San Lázaro, a donde deberá acudir el gobernador para defenderse.
Otros abogados en cambio, dicen que la detención no puede ocurrir mientras en el Congreso local, con mayoría panista, no lo desafuere. En tanto no ocurra ello, el también fundador de la Alianza Federalista de Gobernadores, gozará de plena libertad.
En cualquiera de los casos, estamos ante un hecho eminentemente político-electoral, en donde no se dirime la comisión de algún ilícito en que haya incurrido el mandatario tamaulipeco, sino de un suceso del cual se pretende sacar raja política rumbo a las elecciones intermedias que serán en tres meses y en las cuales se renovará a la Cámara de Diputados federal y 15 gubernaturas.
El encontronazo entre el panismo y AMLO seguramente subirá de tono durante el desarrollo de las campañas políticas y en donde la guerra sucia provendrá de ambos lados; empezó el presidente con el caso del desafuero de Cabeza de Vaca y seguramente saldrán otros inculpados por otros asuntos y que casualmente también serán panistas y, por qué no decirlo, también priistas del anterior gobierno.
Mientras tanto, el desafuero de Cabeza de Vaca caminará sin ningún contratiempo en la Cámara baja y con ello, la crispación política subirá de tono a niveles incluso de violencia.
El presidente con sus actos cotidianos está incendiando la arena electoral y como se sabe no desperdiciará ningún cartucho para lograr sus propósitos.
Desde sacar raja política en la aplicación de la vacuna del Covid-19, hasta detonar varios procesos legales en contra de sus adversarios políticos, son algunos de los 'mecanismos' que operaran en busca del objetivo final.
Los medios no importan con tal de alcanzar tan anhelada meta.
En contraparte, los panistas y otras fuerzas opositoras al régimen, también tienen el parque suficiente, especialmente "videos de los llamados muy comprometedores que involucran a cercanos colaboradores y familiares del hoy presidente".
La guerra electoral apenas empieza y no dude, estimado lector, que a medida que se acerque la fecha de los comicios, el fuego arreciará a niveles nunca vistos, y en este contexto qué importancia tiene para el gobierno federal y para el mismo presidente de la república, la atención a la pandemia y sus efectos, como la muerte de más de 300 mil mexicanos, la crisis económica, de inseguridad y energética, así como el desabasto criminal de medicamentos, entre otros múltiples problemas nacionales.