Desde San Lázaro

La sociedad rebasa al gobierno

AMLO nunca va hacer lo que en su momento hizo Felipe Calderón para combatir el A H1N1, al contrario, está haciendo todo a la inversa, aunque en ello vaya la vida de los mexicanos.

Una vez más, como sucedió en los temblores de 2017 y antes con el terremoto 1985, la sociedad mexicana se ha organizado para combatir a la pandemia ante la pasividad del gobierno del presidente López Obrador. Cientos de empresas han tomado medidas en detrimento de su economía sí, pero con la finalidad de proteger a sus trabajadores con exámenes médicos; cierre temporal de los centros de trabajo; laborar desde sus hogares y apoyar con fondos especiales para aquellos que resulten contagiados. Por otro lado, en redes sociales hay múltiples llamados de especialistas de la salud como infectólogos o neumólogos que ofrecen sus servicios gratuitos para visitar a domicilio a enfermos que los requieran.

Las instituciones educativas, universidades e instituciones de asistencia privada también ya aportan su granito de arena para apoyar a las personas que los necesiten.

La mayoría de los mexicanos en las grandes ciudades ya tomaron sus previsiones al usar cubrebocas. Tener gel antibacterial a la mano y sobre todo no salir a lugares concurridos. El lavado constante de las manos ya es una práctica común y por fortuna eso también ya lo hacen voluntariamente los niños y mientras ello ocurre el gobierno sigue esperando que por decreto presidencial se elimine al coronavirus.

La propia actitud de AMLO al incentivar el contacto con la gente al grado de besar a infantes raya en la irresponsabilidad y atenta contra la salud de la población. Ya tenemos claros ejemplos en el mundo de gobiernos timoratos e insensibles que por [no] parar la actividad turística y económica ahora padecen la muerte de cientos de sus habitantes. Tal es el caso de Europa.

El Covid- 19 se combate con besos y abrazos lo reitera AMLO. "Ninguna pandemia nos va hacer daño" y con este dogma pontificio ya se protegió a la ciudadanía. En la mañanera de ayer no se reportó alguna acción de gobierno relevante por parte del subsecretario López-Gatell para proteger a la población y en su momento, el presidente no varió un ápice el desdén que tiene hacia la atención de la pandemia.

En la capital del país prevalece también la irresponsabilidad al autorizar eventos masivos como el Festival Vive Latino, amén de soslayar los cuidados en lugares de mayor concentración de personas como el Metro.

El prurito contra la política sanitaria que implementó Felipe Calderón queda en evidencia. AMLO nunca va hacer lo que en su momento hizo el expresidente para combatir el H1N1, al contrario, está haciendo todo a la inversa de lo que hizo su predecesor, aunque en ello vaya la vida de los mexicanos.

El propio colaborador estrella del presidente, el canciller Marcelo Ebrard, las implementó cuando fue jefe de Gobierno del Distrito Federal en 2009 y aunque muchas de ellas se consideraron exageradas y populistas, sirvieron para que no se propagara el virus.

El panorama dantesco de ver a decenas de enfermos formados para ingresar a un hospital público para su atención por contagio del coronavirus, es una imagen que ronda en la cabeza de muchos especialistas que ya observan este escenario en nosocomios de Italia.

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