Desde San Lázaro

Mayorías ficticias en San Lázaro

El agandalle que pretende llevar a cabo Morena y sus rémoras, PT y PVEM, para no dejar ningún espacio político a la oposición, habla del canibalismo que se hace en el Poder Legislativo.

Mientras que en la Cámara alta será un senador de Morena quien presida la Mesa Directiva, en la Cámara de Diputados sigue la guerra para tumbarle al PRI tal privilegio, mediante la creación de una mayoría ficticia a favor del PT.

Pero vayamos por partes, desde luego, tener tales reflectores durante el tercer periodo de sesiones es algo que no debe desdeñarse, sobre todo porque son tiempos vitales para la elección intermedia del próximo año, en donde estarán en juego 15 gubernaturas y la Cámara baja federal, además de 21 mil 368 puestos de elección popular.

En ese sentido, el agandalle que pretende llevar a cabo el partido en el poder y sus rémoras, PT y PVEM, para no dejar ningún espacio político y de dirección a la oposición, habla del canibalismo que se hace en el Poder Legislativo.

¿Y qué hace el bloque opositor ante este atropello? Sencillamente casi nada, sólo quejarse, pero al momento de conformar un bloque opositor cohesionado, se rajan a la mera hora algunos miembros de las bancadas, y ¡zas!, les dan palo otra vez.

Dicen los diputados del PES que si les siguen quitando legisladores para que engrosen las filas del PT, los que queden se pasarán al PRI, para que sean ellos quienes presidan los trabajos del último tercio de los trabajos legislativos en la Cámara baja.

Ver para creer, pero de una cosa sí estoy seguro, no le van a dar al PRI y por ende a Dulce María Sauri, la presidencia de la Mesa Directiva, aunque tampoco será para el nefasto Fernández Noroña.

Irrumpiría un tercero en discordia para equilibrar las fuerzas y aquietar las aguas.

El PRI no tiene la fuerza ni siquiera para cohesionar a su bancada en torno a un objetivo común, menos llamar a otras fracciones opositoras para armar un frente común que impida que el PT se quede con la manzana de la discordia.

Por su parte, y para frenar el agandalle, la diputada Mónica Almeida presentó una iniciativa de ley que reforma la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, para impedir que se construyan mayorías ficticias dentro de la Cámara de Diputados, situación que vulnera la democracia mexicana y atenta contra la voluntad de los mexicanos que se expresan en los comicios electorales.

"Es imperdonable que se atente contra nuestra democracia, y aún peor que sigamos permitiendo que esta situación siga vigente, por ello con esta propuesta se evitará la integración de mayorías ficticias, con la renuncia de diputados para incorporarse a un grupo parlamentario distinto por el cual llegó al cargo, con fines de representación manipulada para integrar la Mesa Directiva o la Junta de Coordinación Política, todo esto con el fin de terminar con las mayorías construidas al vapor y en representación de todo tipo de intereses, menos los de la ciudadanía", indicó la legisladora.

Dentro de la iniciativa que presentó, propone la necesidad de contar con una Mesa Directiva rotativa con duración de cuatro meses de manera subsecuente en orden a su representación parlamentaria y evitar que la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política recaigan en el mismo grupo parlamentario, en el periodo de que se trate, para dar voz a las minorías.

Es necesario que la representación del Poder Legislativo recaiga en diversas fuerzas parlamentarias, pues si una misma mayoría controla el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo, estaríamos ante el surgimiento de la tiranía constitucional.

COLUMNAS ANTERIORES

Enrique Alfaro entrega Jalisco
Legisladores, a donar sus fondos de retiro

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.