Desde San Lázaro

No es la panacea, la Guardia Nacional

Para López Obrador y Alfonso Durazo la Guardia Nacional será la panacea para remediar el gravísimo problema de la inseguridad.

Mientras que Ricardo Monreal, coordinador de la bancada de Morena en el Senado, despliega el arte de la política para granjearse adeptos en aras de alcanzar la tan anhelada mayoría calificada que dé luz a la Guardia Nacional, la bancada del PAN en el Senado ya tiene una sólida propuesta que buscará consensarla con otras fuerzas políticas.

Ni López Obrador y mucho menos Alfonso Durazo, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, han presentado un plan de trabajo que implique combatir este flagelo; salvo la propuesta de una Guardia Nacional, que para ellos será la panacea para remediar el gravísimo problema, no hay nada que implique el uso de las capacidades del Estado contra el hampa.

En cualquiera de los casos, la mayoría de los gobernadores, entre ellos el priista Alfredo del Mazo, dieron su total respaldo a la Guardia Nacional.

Así las cosas, en el Senado circula el dictamen de la Guardia Nacional, que de ninguna manera es la versión que pudieran votar las dos terceras partes de los senadores asistentes a la sesión respectiva.

La propuesta azul contiene diversos puntos sobre la temporalidad, recursos presupuestales, fortalecimiento de las policías estatales y municipales, además de que las leyes secundarias se emitan en un plazo no mayor a 45 días, entre otros aspectos que coinciden con la visión que tienen el PRI, MC y el PRD.

La postura del PAN comulga con el reclamo de la sociedad civil y sobre todo con los organismos de derechos humanos naciones e internacionales, en el sentido de cerrarle la puerta a la militarización del país, tal como viene la minuta de los diputados.

Mauricio Kuri, líder de los senadores del blanquiazul, informó que propondrán que la Guardia Nacional se regule a través de una ley general sin reformar la Constitución, y que se fortalezcan las capacidades locales en materia de seguridad pública.

Entretanto el Congreso debate sobre el tema, la inseguridad se recrudece en el país, y lejos de que el mismo presidente de México, en sus conferencias mañaneras, dé cuenta del parte de guerra, se la pasa en otros temas, que son cortinas de humo para desviar la atención del respetable sobre los asuntos torales del país.

El hampa, en todas sus expresiones, tiene asolada a la ciudadanía, que inerme sólo pugna por la autodefensa, luego de ver cómo el Estado es incapaz de garantizar su seguridad y la de su patrimonio.

Existen ciudades en todo el país que son territorio de la delincuencia, incluso la misma CDMX enfrenta una situación de emergencia. Sin que alguien haga algo de fondo para revertir esa situación.

La Guardia Nacional se creará en esta administración y con ello se abre otra etapa en el combate contra la delincuencia, que esperemos sea una solución y no un mayor problema con el que tenga que lidiar nuestro atribulado país.

Desobediencia en la Central de Abastos a la orden presidencial

Parece más un cuento que una realidad. Lo cierto es que cuando se analizan a profundidad los tabuladores de sueldos de los servidores públicos de la mal llamada cuarta transformación, cae uno en la cuenta que, o el presidente López Obrador es un mentiroso o sus funcionarios se pasan de listos. En la Central de Abasto, el administrador general, Héctor Rosendo Ulises García Nieto, gana 144 mil pesos mensuales, ya netos, y sus colaboradores más cercanos, como Mario Valdés Reyna, que cobra como director ejecutivo, percibe 110 mil pesos mensuales, al igual que Marcela Villegas Silva.

La información anterior se puede conocer en:

http://nomina.dgadp.df.gob.mx:8878/index.php/home/articulodetailEst/114

En ella se observa en el apartado 'Coordinación General de la Central de Abasto' a otros 12 funcionarios que están por encima del sueldo presidencial.

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