Desde San Lázaro

Periodo extraordinario chato e insuficiente

Con el pico de la pandemia al tope y con un horizonte sombrío y funesto, se pretende incorporar al Congreso en la aprobación de un paquete legislativo que, ni va a servir para frenar la letalidad de la pandemia ni paliar la crisis económica.

Un nuevo periodo extraordinario arranca hoy y aunque algunos de los temas de la agenda legislativa responden a la coyuntura ocasionada por la pandemia, no son los que espera la población, sobre todo en la definición de políticas públicas y apoyos presupuestales para sortear la crisis.

Son temas que le interesan al presidente de la República, como la modificación a la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público para que el gobierno federal pueda comprar medicamentos e insumos de salud en el extranjero, medida que de entrada, tiene el rechazo del bloque opositor en San Lázaro, conformado por PAN, PRI, PRD y MC, toda vez que con ello, se atenta contra la industria farmacéutica nacional y el empleo de miles de trabajadores, además de que la iniciativa en cuestión no garantiza que esos insumos que se adquieran en otros países, cumplan con los estándares de calidad y precios competitivos.

La propuesta legislativa del gobierno, Morena y aliados, responde más al prurito que tiene el presidente contra los fabricantes de medicinas del país, quienes se han resistido a aceptar las injustas e ilegales condiciones que les ha pretendido aplicar el gobierno de la 4T.

Entonces, esta iniciativa servirá de poco, primero, para estar a la altura del reto que representa atender la crisis médica y sanitaria y segundo, reactivar económicamente al sector farmacéutico del país.

Cuando más se necesita que el gobierno reactive la economía con compras consolidadas de medicamentos a la industria nacional, para preservar la planta productiva y los empleos, se voltea hacia el extranjero.

Desde la Cámara de Diputados se pretende darle el golpe de gracia a este sector de la economía que ha sido castigado duramente en esta administración.

Otros temas que podrían incorporarse en la agenda del periodo extraordinario son la creación de un Consejo Fiscal, la Ley de Remuneraciones y la extinción de fideicomisos públicos, entre otros.

Lo que subyace en este paquete legislativo es por un lado, subsanar la falta de recursos económicos del gobierno federal para atender sus prioridades como son el fondeo de los programas político-asistenciales; las tres obras de AMLO: Santa Lucía, Dos Bocas y Tren Maya, así como la compra extraordinaria de medicamentos e insumos, adquisición que se debió hacer, por lo menos hace seis meses y no ahora que la pandemia y enfermedades terminales ha desbordado cualquier expectativa de suministro.

Sin la crisis ocasionada por Covid-19, el sistema público de salud ya presentaba serios problemas de desabasto de medicamentos y con la pandemia, pues ahora es evidente el colapso de todo el sistema, en detrimento de la vida y la salud de los mexicanos.

A destiempo y a contracorriente, el gobierno de López Obrador reacciona y lo hace mal, al voltear al extranjero para la compra de medicinas e insumos, cuando en el país existen los suficientes inventarios de medicamentos, pero, como ya es costumbre en este gobierno, se privilegian otros criterios en lugar del bienestar de los mexicanos.

Con el pico de la pandemia al tope y con un horizonte hacia futuro, sombrío y funesto, se pretende incorporar al Congreso en la aprobación de un paquete legislativo que, ni va a servir para frenar la letalidad de forma relevante, ni para paliar la crisis económica por la que transita la población.

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