Desde San Lázaro

Quince gobernadores al paredón

Aquellos mandatarios que han dejado de pertenecer a la Conago o han mostrado cierta beligerancia contra López Obrador por sus decisiones, deben traer el amparo bajo el brazo.

No se crea, estimado lector, desde el presidente de la república hasta los partidos políticos, pasando por gobernadores, legisladores, posibles candidatos y otros protagonistas del acontecer político, andan con el Jesús en la boca, porque las elecciones intermedias están a la vuelta de la esquina y a muchos de ellos ya se les vinieron los tiempos encima.

A estas alturas el que no ha hecho los amarres necesarios o tener preparada la alcancía para financiar las campañas, pues ha quedado desfasado; otros, en cambio, como los gobernadores en donde habrá elecciones en los estados que gobiernan, apuran el paso para tener los libros blancos en orden, esos que dan cuenta de una administración pulcra de los recursos públicos.

Cómo están las cosas en la aplicación de la justicia para quienes no comulgan con las ideas del partido en el poder, o de plano militan en partidos de oposición como el PAN, PRI, PRD, o los abandera una candidatura independiente, están en la cuerda floja, sobre todo los quince gobernadores que dejarán de serlo a partir de los resultados electorales de las elecciones intermedias del próximo 6 de junio de 2021.

Aquellos mandatarios que han dejado de pertenecer a la Conago o han mostrado cierta beligerancia contra el presidente de México por sus decisiones, verbigracia, el recorte presupuestal para los estados, deben traer el amparo bajo el brazo.

Así, los gobernadores de Chihuahua, Nuevo León, Querétaro, Michoacán, Nayarit, Baja California Sur, Guerrero, Colima y Zacatecas deben poner sus barbas a remojar en caso de perder el candidato que apoyan y, por supuesto, si no han sido pulcros en el manejo de los dineros públicos. Y no sólo hablamos de actos de corrupción, sino incluso de procedimientos administrativos no llevados conforme a la normatividad vigente.

Hemos visto en el actual sexenio que cuando hay una instrucción presidencial en contra de algún exfuncionario, particularmente de anteriores administraciones, el sesgo en la impartición de justicia es extremadamente parcial, salvaje y sin ninguna compasión. Ejemplos sobran, como los casos de Emilio Lozoya, quien ha acusado sin pruebas a excompañeros del gabinete de Enrique peña Nieto y pronto muchos de ellos estarán tras las rejas; Rosario Robles y otros exfuncionarios que aun sin comprobarles culpabilidad alguna, ya fueron linchados mediáticamente.

Así que gobernadores como Javier Corral, Jaime Rodríguez, Francisco Domínguez, José Ignacio Peralta, Silvano Aureoles, Carlos Mendoza Davis y Alejandro Tello deben aplicarse a dejar absolutamente todo en orden antes de que el fuego les llegue a los aparejos.

Recordemos las entidades en donde habrá elecciones de gobernador: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, SLP, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.

Al observar la lista de entidades vemos peculiaridades interesantes en torno a la forma de gobernar de los mandatarios estatales; la eficacia y la excelencia, atributos que también serán motivo de insidias y diatribas, alimento de la guerra sucia para desprestigiar a Quirino Ordaz, Coppel, Claudia Pavlovich y Juan Manuel Carreras.

La escisión en el seno de la Conago es un factor relevante para que los gobernadores que se alejaron de sus filas sufran las consecuencias y los que se mantuvieron, dada la circunstancia, podrían quedarse sin el apoyo de sus pares.

Todo el aparato de justicia y coercitivo del Estado afilan las garras para, en su momento, iniciar las pesquisas contra algunos de los gobernadores salientes. ¿No me cree, estimado lector? Sólo es cuestión de tiempo para confirmar lo que ahora ya son indicios.

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