Las marchas de las mujeres que se han celebrado en nuestro país durante este año se han incrementado en razón directa al maltrato y la violencia por la que transitan en un México convulsionado por el machismo y la misoginia enquistada, incluso en los niveles más altos del actual gobierno.
Un ejemplo de ello ocurre en la capital del país, en donde la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha dado muestra de una manifiesta incapacidad para proteger a las mujeres que de innumerables formas, ya no están dispuestas a quedarse calladas y sumisas.
Las protestas van en aumento y también el grado de beligerancia. La del sábado en favor de la legalización del aborto a nivel nacional, mostró que la violencia por grupos de manifestantes encapuchados es una constante y por ello no debe extrañarse que el próximo 2 de octubre se lleve a cabo una mega marcha en la cual las féminas tendrán un papel relevante.
Mientras ello ocurre, por parte del gobierno federal, no se enfrenta el problema de fondo en cuanto a la protección de las mujeres en sus derechos fundamentales, como en su entorno laboral y familiar, tal pareciera que estamos en un pleno retroceso en las conquistas de género que han alcanzado.
Desde San Lázaro, surgen diversas propuestas para prevenir la violencia de género que, como cifra negra, tan solo en junio se registraron el asesinato de 79 mujeres en el país, un promedio de tres al día, además, en el tema de delitos sexuales, violación simple y equiparada hubo mil 530 casos, denunció la diputada Margarita García.
Ante esta situación, planteó un punto de acuerdo con el objetivo de exhortar a las secretarías de Gobernación y a la de Seguridad y Protección Ciudadana a que diseñen un protocolo nacional para la prevención, atención e investigación de la violencia contra la mujer, el cual garantice seguridad emocional, psicológica y jurídica de las víctimas, tomando en cuenta los principios y motivos de confidencialidad, transparencia, imparcialidad y accesibilidad.
De enero a junio de 2019 se reportaron 470 víctimas de feminicidio en el ámbito nacional. En ese lapso, el número de carpetas de investigación alcanzó ocho mil 464 casos.
Además, los casos indagados por abuso sexual fueron 11 mil 691. También, de enero a junio de 2019, los delitos de feminicidio registrados por estado fueron: Veracruz, 98; Estado de México, 42; Puebla, 29; Chihuahua, 24; Nuevo León, 24; Sonora, 22; Morelos, 20, y Ciudad de México, 18.
Si el presidente López Obrador no da un golpe de timón en la atención de la violencia de género, seguramente el movimiento nacional que llevan a cabo las mujeres por que se garanticen sus derechos fundamentales, evolucionará, tanto en el número de participantes, como en la violencia de sus actos.
La lucha por la justicia económica; el cambio político y social y los derechos reproductivos de las mujeres, incluyendo el aborto, deben ser parte toral de la agenda del gobierno de la 4T con hechos tangibles y no con puras declaraciones y demagogia.