Análisis sin Fronteras

De la Iniciativa Mérida a la ‘iniciativa Sedena’

¿Qué tanto podrá comprometerse Gertz Manero a cooperar con el Departamento de Justicia de EU, ante la estrategia de abrazos no balazos de López Obrador?

Para anticipar cómo y cuáles podrían ser los acuerdos públicos que podrían firmar los cancilleres Marcelo Ebrard y Anthony Blinken en el Diálogo de Seguridad de Alto Nivel que se llevará a cabo esta semana, es importante entender el contexto en que se lleva a cabo esta reunión.

Hace unos días, la DEA anunció la incautación de 1.8 millones de píldoras mezcladas con el opioide sintético fentanilo y arrestó en dos meses de más 800 personas (lo leyó correctamente, más de 800 personas) en Estados Unidos, en un operativo en contra de la venta por internet de píldoras que fueron producidos en México.

El procurador estadounidense, Merrick Garland, y el fiscal general, Alejandro Gertz Manero, se reunieron en Washington hace una semana, asegurando en un comunicado de prensa que continuaría la cooperación en materia de justicia entre ambos países. Pero, 24 horas después de la reunión, la nueva directora de la DEA, Anne Milgram, en una conferencia de prensa, dijo que ella exigió al fiscal mexicano permitir operaciones conjuntas entre policías y agentes de la DEA, “tomar en serio” las extradiciones y mejorar la cooperación en materia de inteligencia y pruebas entre ambos países.

Llega Gertz a Washington, debilitado y cuestionado por las múltiples acusaciones en México por abuso de autoridad. Además, están posibles investigaciones que surgirán por las filtraciones de los Pandora Papers, donde el actual fiscal es parte de una sociedad creada por su fallecido hermano. Seguramente el gabinete de seguridad estadounidense y Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, tienen perfectamente identificado el ‘talón de Aquiles’ del debilitado Gertz Manero. ¿Qué tanto podrá comprometerse el fiscal a cooperar con el Departamento de Justicia, ante la estrategia de abrazos y no balazos de López Obrador y si la prioridad en sus investigaciones son científicos mexicanos y no los hijos del Chapo Guzmán? ¿Estarán contados los días del controvertido fiscal?

Veinticuatro horas después de la reunión Gertz-Garland, la directora Milgram exigía un regreso a los mecanismos de cooperación que existían antes de la creación de la Fiscalía General de la República, la llegada de la 4T, la política de abrazos no balazos, del arresto del general Salvador Cienfuegos y de la creación de una Guardia Nacional ‘militarizada’. Pero también estas declaraciones son un recordatorio de que la DEA continúa teniendo una gran capacidad de ‘secuestrar’ la agenda bilateral por los cercanos vínculos que tiene la institución con legisladores preocupados por la crisis del fentanilo en sus comunidades.

La conformación de las delegaciones y los temas a discutir en el Diálogo de Seguridad de Alto Nivel que se llevará a cabo esta semana tienen otros grandes retos, que incluye el hecho de que la figura del fiscal general de la República es ‘independiente’ y no tiene, ni debe, coordinarse con el Ejecutivo en materia de seguridad. También está la debilidad institucional del secretario de Gobernación que ha perdido la mayoría de sus responsabilidades de coordinación en materia de seguridad nacional, y una Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana cuya presencia es absolutamente innecesaria, ya que operativamente no juega ningún papel relevante.

Adicionalmente, hay que señalar el elephant in the room (el elefante en la habitación) que son las públicas ambiciones de Marcelo Ebrard de reemplazar a su jefe López Obrador en 2024. Todas las decisiones y comentarios del canciller tienen como objetivo exclusivo asegurar su candidatura presidencial y controlar la narrativa de la política exterior en ese sentido. De hecho, en una conferencia de prensa la semana pasada, él aseguró que el tema migratorio no se abordaría durante la reunión de esta semana, a pesar de que uno de los participantes estadounidenses es Alejandro Mayorkas. Su responsabilidad principal en la relación bilateral son los flujos migratorios descontrolados que intentan entrar a Estados Unidos por la frontera mexicana. Este tema, como lo hemos señalado antes en este espacio, podría definir el futuro del control de los demócratas en ambas cámaras en las siguientes elecciones intermedias el año entrante. No creo que Mayorkas tenga intenciones de estar de ‘mirón’ en la mesa de negociación este viernes. Es difícil imaginar que el secretario Mayorkas viaje a México y después les informe a los legisladores, que han sido extremadamente críticos de la estrategia migratoria del presidente Biden, y reporte que no abordó la crisis migratoria con el gobierno de México.

De hecho, considerando la reestructuración del aparato de seguridad y justicia en los últimos tres años, al frente de la delegación mexicana debería estar el general Luis Crescencio Sandoval, secretario de la Defensa. El resto de los secretarios son floreros.

Y ante la ‘muerte’ de la Iniciativa Mérida, el nuevo acuerdo debería de llamarse la ‘iniciativa Sedena’.

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