Análisis sin Fronteras

Unicornios en el Popocatépetl: Esperanzas infundadas

Ahora el tema es analizar cómo será el proceso electoral y si hay factores suficientes que garanticen una transición pacífica.

Histórico. Simplemente históricos los procesos, mediante los cuales, los partidos seleccionaron a las dos personas que eventualmente serán sus candidatas en el 2024, a la presidencia de la República. Sí, candidatas. Y aunque muchos eventos pueden suceder entre hoy y el 2 de junio del 2024, pero a partir de esta semana se aumentan enormemente las posibilidades de que el siguiente mandatario de México será una mujer.

Ahora el tema a analizar es cómo será este histórico proceso electoral y si hay factores suficientes que garanticen una transición pacífica que asegure que la nueva presidenta de México tendrá la credibilidad y el apoyo político para gobernar un país enfrentando serios problemas de seguridad y gobernabilidad. Por eso es importante subrayar las lecciones aprendidas en los últimos meses que nos podrían dar indicios de cómo será el proceso electoral el año entrante.

Primero: Héroes y heroínas del INE. Los procesos de selección de las “candidatas” resaltaron la importancia del INE como organizador y árbitro electoral. Los partidos claramente se hicieron bolas en estos procesos, donde solo se seleccionaban a dos candidatas. En el caso del Frente Amplio hubo un respiro de alivio cuando no se llegó a votar presencialmente con boletas por los riesgos que presentaba. En el caso de la alianza de Morena y sus partidos, donde fueron más de 2 mil personas que participaron en una encuesta los que seleccionaron a Claudia Sheinbaum, acabó en una debacle por parte de Marcelo Ebrard el candidato que llegó en segundo lugar, con un rompimiento por el excanciller y sus seguidores. Si algo nos recordó estos procesos son la importancia del INE y las autoridades electorales. El año entrante más de 20 mil personas serán electas para algún cargo, donde seguramente serán más de 50 mil que participen como candidatos, y esto subraya el gran reto que enfrentarán las autoridades electorales para asegurar la viabilidad y la integridad de las elecciones. Es fundamental cuidar la credibilidad del INE y asegurar los recursos necesarios.

Segundo: Abuso de los recursos públicos. El proceso de selección de candidatas también nos recordó que, sin lugar a duda, el gobierno federal y gobiernos estatales usarán ilegalmente recursos del erario violando la constitución y legislación electoral. Y el principal criminal electoral seguramente será el presidente de México, quien casi a diario puso el ejemplo, enviando un mensaje a su partido y seguidores de que es válido. Si entre las corcholatas hubo un abuso abierto y descarado, a pesar del “llamado” del presidente, no me puedo imaginar cómo serán las violaciones electorales en contra de los partidos de la oposición. La pregunta es si el INE podrá reducir estas violaciones y castigarlas.

Tercero: Violencia. En el proceso de las corcholatas hubo reportes de enfrentamientos y violencia, y extraña que estuvieran dispuestos los candidatos de Morena de permitir estas actividades por sus seguidores. Y esto es la antesala de lo que podrían ser las elecciones con más violencia política en la historia del país.

Cuarto: Jefe de campaña. A pesar de que viola la constitución y la ley electoral, el jefe de campaña de Claudia Sheinbaum es el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Quinto: La teoría del pataleo. ¿Cuándo puede patalear efectivamente un candidato perdedor y esperar dar una buena pelea? Tradicionalmente la credibilidad del ‘pataleo’ depende de lo cerrado de los resultados y las encuestas. Pero ante el cuestionamiento sistemático de los procesos del INE y de las encuestadoras, probablemente habrá pocas contiendas cuyos resultados no sean apelados por los participantes, sin importar la diferencia en los resultados. Marcelo Ebrard es un botón de ejemplo.

Sexto: Documentar para patalear. Ante la eventualidad de que habrá violaciones sistemáticas de la ley electoral haciendo uso indebido de los recursos, promoción de candidatos por funcionarios, violencia, y cuestionamientos de los procesos del INE, será fundamental empezar a documentar y balconear de inmediato. Y esto tiene que ser un esfuerzo sistemático y coordinado por los partidos, y no se puede esperar al 3 de junio, el día después de las elecciones, para impugnar los resultados. Ambos partidos deben tener listos un batallón de abogados preparados para llevar estos procesos, especialmente si son candidatos de la oposición. Aunque unos comentaristas han expresado sus deseos de que el hecho histórico, de que los dos candidatos son mujeres, esto implicaría un tono y comportamiento diferente en las campañas. Esta conclusión solo la tienen aquellas personas que creen que hay unicornios en el Popocatépetl.

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