Análisis sin Fronteras

El debate presidencial confirma la estrategia de Trump: No me voy

No deberá sorprendernos que el 20 de enero, cuando tome protesta el nuevo mandatario de Estados Unidos, el presidente Trump se rehúse salir de la Casa Blanca.

El presidente Donald Trump tiene o cree que tiene una estrategia para asegurar su reelección. También tiene una estrategia, si es para tratar de evitar juicios civiles, pagar multas millonarias o evitar una investigación penal que podría resultar en que él o algún familiar vayan a la cárcel.

A casi un mes de que se lleven a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Trump y posiblemente algunos de sus operadores políticos le apuestan al desorden, a mentir, a exagerar éxitos, esconder los fracasos y hacer acusaciones absolutamente falsas. Y golpes bajos.

Subrayando todos aquellos temas que dividen a Estados Unidos. Todo esto se vio durante el primer debate presidencial, donde trató de evitar contestar preguntas específicas sobre políticas públicas, o discutir su agenda y reformas, o confirmar sus posiciones. Lo que sí hizo el presidente Donald Trump es tratar de asustar al electorado acusando a Biden de ser controlados por socialistas, o incriminar sin pruebas al hijo de Joe Biden. En una demostración de control, subrayó que el debate debería de enfocarse en la agenda de los candidatos y no en los hijos de los candidatos.

Y el debate presidencial fue una fotografía de cómo serán los siguientes 30 días. Si algo han aprendido gobiernos incompetentes y autoritarios alrededor del mundo es que el caos, la polarización y la violencia generalmente les favorecen.

Digo generalmente, porque no es claro que esta estrategia vaya a garantizar la reelección del presidente Donald Trump.

También se confirma la estrategia de Trump si pierde: cuestionar y no aceptar los resultados electorales, sin importar cuál sea el margen de votos entre un Joe Biden ganador y un Donald Trump derrotado. Y aunque durante el debate le recordaron que 30 millones de personas votaron por boletas electorales que se enviaron por correo en las elecciones de 2016, elecciones que Trump ganó, además de que el presidente va a votar por correo, Trump simple y llanamente afirmó que habría fraude para las elecciones del 3 de noviembre.

Probablemente el momento más importante del debate, donde se balconea la estrategia de Donald Trump ante una posible derrota, fue cuando, ante la posibilidad de que podrían pasar semanas y meses hasta que se certifiquen los resultados a las elecciones, preguntaron a ambos si harían un llamado a sus seguidores a mantener la calma.

¿Reconocer los resultados electorales? De nuevo Donald Trump confirmó que no reconocería los resultados de las elecciones.

Si uno le adiciona el hecho de que el mismo FBI subrayó la semana pasada que ante la posibilidad de que no se tengan los resultados la noche de la elección, es muy probable que actores y gobiernos extranjeros traten de incrementar el caos, el desconcierto y fortalezcan el cuestionamiento de los resultados electorales, sea quien sea el ganador.

Ya podemos anticipar probable violencia en esas semanas y meses que dure el proceso jurídico, y seguramente la demanda constitucional que llegará a la Corte.

Durante el debate, el presidente Donald Trump dijo abiertamente que no le pediría a los grupos y milicias que dejaran o bajaran las armas.

El debate fue un punto de inflexión donde claramente el equipo de Joe Biden, los demócratas, y los cientos, posiblemente miles de abogados tendrán que desplegarse aún antes de las elecciones para defender el voto en los condados, en los estados y posiblemente ante la Suprema Corte.

Y no debería de sorprendernos que el 20 de enero, cuando deba tomar protesta el nuevo mandatario de Estados Unidos, el presidente Trump se rehúse salir de la Casa Blanca, que podría estar rodeada por hombres armados de las milicias que usarán, si es necesario, la violencia.

Y aún así, la república sobrevivirá. Eventualmente tendrán que negociar una salida de Trump, donde garantice que no se le investigue penalmente a él y a sus hijos. No nos sorprenda un perdón e impunidad para Trump. Pero, de ganar Joe Biden, posiblemente no vivirá en la Casa Blanca las primeras semanas o meses de su mandato.

COLUMNAS ANTERIORES

El peligro del indulto
Zaldívar, el destructor

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.