¿En qué se parece Trump a AMLO? Parecería el inicio de un chiste político, ya que en muchos aspectos ambos mandatarios tienen antecedentes personales y profesionales tan diferentes. Pero, en los últimos meses, especialmente al ver el desarrollo de la crisis del Covid-19, salta a plena vista las similitudes en la forma en que gobiernan ambos mandatarios durante una crisis.
Y en ambos casos han demostrado ser pésimos gobernantes, especialmente ahora, en que ambos países enfrentan no sólo una crisis sanitaria, sino una crisis económica.
Y, desafortunadamente, para los ciudadanos mexicanos y estadounidenses, el comportamiento reciente de ambos mandatarios ante el Covid-19 están definiendo las pautas de su estrategia de gobierno durante el proceso de recuperación: dividir, denostar, hacer campañas políticas, ignorar las recomendaciones de los expertos, aprovechar la crisis para continuar destruyendo las estructuras regulatorias y que permitan los pesos y contrapesos.
Veamos.
Aún en febrero, cuando ya había fuertes indicios de que la epidemia en Wuhan, China, se convertiría en una pandemia, ambos mandatarios se rehusaron a reconocer la crisis que venía y ordenar que las estructuras de salud y de seguridad nacional empezaran a tomar inmediatamente los pasos necesarios para preparar al gobierno y a la población.
La pregunta de los expertos no era si habría otra pandemia global. La pregunta era cuándo.
En ambos casos, Trump y AMLO tenía una política de debilitar las estructuras de gobierno ya sea por desconfianza a los expertos, por razones de austeridad. Esto resultó que, en ambos países, las estructuras que tomaron años para construir que permiten una adecuada reacción en crisis fueron debilitados y no tenían recursos suficientes. En el caso de Estados Unidos no se había mantenido un abastecimiento estratégico de equipo médico, en el caso de México la infraestructura médica estaba colapsada debido a la desaparición del Seguro Popular, por el programa de austeridad y por la corrupción rampante que existía por décadas en el sector salud.
Y ambos presidentes básicamente culparon a sus antecesores de dejarles un tiradero en las instituciones, por eso, la incapacidad de reaccionar.
Para ambos gobernantes la pandemia era una afrenta. Ni Trump ni AMLO cambiaron su discurso, ni sus prioridades políticas. Ambos intentan gobernar como si la crisis no existiera. En lugar de promover un discurso de unidad y cooperación entre todos los niveles de gobierno y de la sociedad, al contrario, siguen denostando y atacando a opositores, enemigos (reales y ficticios). Cuando la prensa los balconea, con más fuerza los acusan de fake news. En lugar de crear un frente común con gobernadores, ambos los enfrentan.
A pesar de que la crisis sigue, y en ambos países ya se habla de rebotes del Covid-19 en diferentes regiones de México y Estados Unidos, Donald y Andrés Manuel se han distanciado de la crisis y están viajando a estados para hacer campaña, en ciudades que siguen con alto índice de contagios y de muertos.
Es tal su afán de separar su imagen de sus estrategias fallidas en contra del Covid-19 y las defunciones por esta enfermedad, que simple y llanamente se rehúsan a usar cubrebocas en público y mantener mínimos cuidados para ellos y sus equipos. De hecho, usar una máscara durante un evento con estos presidentes es considerado un acto de oposición.
Y al estar haciendo campaña en este momento de crisis, el presidente Trump y el presidente López Obrador aprovechan la crisis para destruir aún más aquellas estructuras de gobierno que aseguran pesos y contrapesos en una democracia. Trump despide al fiscal en Nueva York que estarían investigando a su asesor Rudy Giuliani.
López Obrador amenaza con destruir fideicomisos (incluyendo el Fonden), y desaparecer la Conapred entre otras decisiones de estas semanas.
Pero lo más grave es que ambos en este momento ya están cuestionando los procesos electorales por venir y abriendo el camino para detener a la oposición. En el caso de Donald Trump casi a diario ataca, sin fundamento, el que se pueda votar por correo -asegura que habrá fraude por los demócratas y que habrá la intervención de gobiernos extranjeros en las elecciones presidenciales en noviembre de este año. En el caso de Andrés Manuel López Obrador, no sólo ataca al INE, la autoridad electoral. Esta semana aseguró que protegería el voto en las elecciones intermedias de 2021. Ambos mandatarios ya están armando su estrategia jurídica y avisando que no respetaran los resultados de las elecciones si no les favorece.
¿En qué se parecen Trump y AMLO? En que ambos aprovecharon la crisis para dividir, destruir, buscar ventaja política y afianzar el poder. Pero a diferencia de una situación en donde reinara una 'normalidad' , abusar durante una crisis conlleva altos costos políticos.