Análisis sin Fronteras

La kryptonita de super-AMLO

El presidente asume que si él no es corrupto, el resto del gobierno no lo será ya que si controla el Presupuesto y centraliza las decisiones, esto asegura que pueda controlar la ambición de sus subalternos.

AMLO será superpoderoso, pero al igual que Superman tiene flanco débil. Hay un tema que podría debilitarlo hasta destruir su presidencia.

Curiosamente el tema tiene que ver con su estrategia para combatir la corrupción. Mejor dicho, su problema es la falta de una estrategia para combatir la corrupción.

Como lo mencioné en mi última entrega, es el presidente más poderoso desde hace más de 50 años porque controla no sólo la rama ejecutiva y legislativa a nivel federal, también a nivel estatal y municipal por el simple hecho de que controla los fondos. Y advertí la semana pasada como usaría el Presupuesto y los salarios para, literalmente, amenazar a la rama judicial y organismos independientes.

Tenemos un super-AMLO cuya credibilidad y congruencia han sido sus escudos que lo protegieron a través de los años de desafueros, periodicazos, cuestionamientos constantes a su fuente de ingresos. Si usara disfraz de superhéroe, sus mayas serían de color rojo marón y en su pecho portaría la letra C dentro de un círculo y una línea que cruza el círculo: el mensaje es decir 'No a la corrupción'.

Cualquier otro presidente que se hubiera atrevido a cuestionar el Presupuesto y la capacidad de los ministros de la Corte, de los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) y los comisionados del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), hubiera suscitado un tsunami de protestas nacionales e internacionales. Hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos hubiera expresado su desacuerdo con la posición del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Pero el presidente es super-AMLO y está enmarcando su ataque dentro de una demanda nacional de tener un país más austero, y usa la bandera de la corrupción para amenazar a la rama judicial y los organismos independientes. Fue brillante en su ataque, porque no los cuestionó por el tamaño de su presupuesto, como generalmente lo hacen otros autoritarios, sino por el salario.

Y los comisionados y los magistrados cayeron en su trampa. Sus salarios son indefensibles. Obviamente en el campo de la opinión pública está ganando Andrés Manuel López Obrador, mejor dicho, les está dando una superpaliza a los argumentos de la Corte y de todos.

Y aunque las expectativas que hay ciertamente serán difíciles de cumplir, la verdad es que el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene una gran ventaja que le permitirá tener una larga luna de miel y mucha paciencia con el electorado, esperanzado por un cambio, cualquier cambio que mejore su calidad de vida. Así que cuando surja la primera crisis o la primera debacle económica o política, su gobierno tendrá dificultades de enfrentarlo por la destrucción de las instituciones, pero la credibilidad del presidente López Obrador se mantendrá. Por algún tiempo.

Pero la kryptonita de super-AMLO serán las crisis de corrupción que se convertirán en debacle. Y es que el presidente asume que si él no es corrupto, el resto del gobierno no lo será. Si controla el Presupuesto y centraliza las decisiones, esto asegura que pueda controlar la ambición de sus subalternos.

Un problema adicional es que seguramente empezará a surgir más información sobre posibles actos de corrupción de su actual gabinete, así como actividades de dudosa ética. La pregunta es: ¿se comportará el presidente como sus antecesores, protegiendo, escondiendo y justificando a sus más cercanos colaboradores, aun de actividades que sucedieron en el pasado?

¿Borrón y cuenta nueva aun para sus colaboradores? ¿Por eso está debilitando los contrapesos que podrían ser los tribunales? ¿Y el INAI y el INE, se preguntarán?

Seguramente los 'villanos' o los 'enemigos de la cuarta transformación' saben que esta es la debilidad del presidente López Obrador.

Este es el talón de Aquiles, la kryptonita que podría debilitar su gobierno y el legado de la cuarta transformación de super-AMLO. Porque sólo un autoritario puede decidir a quién se debe perseguir o no por actos criminales y de corrupción. El hecho de que otros gobiernos lo hayan hecho no es justificación. Para bien o para mal fueron estos contrapesos –los tribunales, el INE, la transparencia que proporciona el INAI, los medios de comunicación, etcétera– los que finalmente permitieron que llegara a la presidencia.

Seguramente los 'villanos' o los 'enemigos de la cuarta transformación' saben que esta es la debilidad del presidente López Obrador… y seguramente estarán buscando kryptonita.

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