La semana pasada falleció la reina Isabel II. La noticia le dio la vuelta al mundo e inmediatamente se puso en marcha la operación London Bridge. A partir del 8 de septiembre, el Reino Unido entró en un periodo de luto que durará 10 días hasta que se lleve a cabo el entierro de la reina Isabel II: el lunes 19 de septiembre, que además será un día de asueto y luto nacional.
El pasado miércoles por la tarde, cuando se dio el anuncio, los medios empezaron a llegar al Palacio de Buckingham para cubrir la noticia. Situación muy similar a cuando falleció el príncipe Felipe de Edimburgo, los medios autorizados se ubicaron del lado derecho del palacio, en los espacios asignados, dejando libre el lado izquierdo para las personas que fueron a rendirle tributo, tomar fotos, realizar grabaciones o entrevistas. La familia real empezó a hacer apariciones el viernes en diferentes ciudades, el rey Carlos III viajó desde el Palacio de Balmoral al Palacio de Buckingham para agradecer y saludar a las personas congregadas honrando la memoria de su madre.
El domingo, el rey Carlos III y su esposa Camila se dirigieron a Edimburgo, Escocia, uno de los países constituyentes del Reino Unido y de la Mancomunidad Británica de Naciones (British Commonwealth of Nations), que al día de hoy está compuesto por 56 países de África, Asia, América, Europa y el Pacífico. La asociación a la Mancomunidad es voluntaria, y algunos países han empezado a cuestionar su futuro sin la reina Isabel II.
En el Reino Unido muchos establecimientos cerraron sus puertas al día siguiente del deceso de la reina, como señal de luto y respeto. Muchos líderes de países y organizaciones internacionales enviaron sus condolencias por su muerte. El Metro de Londres también se unió al luto mostrando una imagen en blanco y negro de la reina. Sin lugar a dudas este suceso implica el fin de una era.
Habrá muchos cambios, sobre todo en los artículos cotidianos: los cascos de policía, uniformes, documentos oficiales y de Estado cuentan con el cifrado real EIIR, que representaba a la reina, estos no se habían modificado en 70 años y ahora tendrán que cambiarse por el del rey Carlos III, que será CIIIR. Las fotos oficiales que se encuentran en todas las oficinas se cambiarán por las del rey. Al igual que los timbres que contaban con la silueta de la reina y que son reconocidos alrededor del mundo, ahora contarán con un nuevo diseño. El Himno Nacional también tendrá que ser modificado, pues hay una estrofa dedicada a la reina, la cual tendrá que mencionar al rey. El escudo de armas que se utiliza en una gran cantidad de documentos, como los pasaportes, también tendrá un nuevo diseño. Y pronto empezaremos a ver una serie de nuevos billetes y monedas con la cara del nuevo monarca. Se estima que actualmente hay 80 billones de libras esterlinas en circulación y el proceso de cambio tardará 18 meses. Es poco probable que se eliminen los buzones del Royal Mail, que llevan la cifra real de la reina Isabel, algunos con el cifrado GR del rey Jorge VI siguen en uso hoy, más de 70 años después.
Muchos cuestionan el futuro de la monarquía. El rey Carlos III cuenta con el gran reto de forjar el futuro de la familia real más famosa y reconocida del mundo.