La Inteligencia Artificial (IA) ya está cambiando el futuro del trabajo. Según estudios de la Universidad de Oxford el 47% de las tareas en el lugar de trabajo estarán automatizadas en un par de años así que tenemos que prepararnos para este cambio. No es la primera vez en la historia que los avances tecnológicos tienen este efecto, pero nunca a un paso tan acelerado.
En la historia moderna hemos pasado por cuatro revoluciones industriales, nos tardamos más de 100 años en pasar del carbón al gas, un poco menos del gas a la electricidad y la energía nuclear, 30 años para el desarrollo del Internet y las energías renovables, y cerca de 20 años para que el desarrollo de la IA cambiará los procesos de todas las industrias, la economía y la manera en la que nos relacionamos. No hay duda que como consecuencia de estos cambios hay trabajos que dejarán de existir, así como la tecnología hizo obsoletos a los proyeccionistas de cine o los operadores de elevador, pero este mismo desarrollo fue creando otras industrias, haciéndolas más complejas y con una oferta más robusta. Existe un gran riesgo, pero también una gran oportunidad para los científicos de datos, ingenieros de aprendizaje automático, desarrolladores de inteligencia de negocios, ingenieros y arquitectos de datos o Big Data, ingenieros y diseñadores de software, analistas de datos, ingenieros en robótica, ingenieros, analistas y arquitectos en ciberseguridad, auditores, etc.
Además de quienes inventaron, diseñaron y protegerán la tecnología, tendremos que contar con un gran número de personas con suficiente entendimiento para regularla, y además sistemas sumamente sofisticados para hacer cumplir las leyes y normas. Aunque habrá oferta, hay que reconocer que estos trabajos usualmente requieren de habilidades más sofisticadas que muchos de los primeros trabajos que reemplazará la inteligencia artificial, así como desaparecieron los telefonistas, faroleros, mecanógrafos y ascensoristas quienes fueron reemplazados por máquinas.
En un mundo ideal las máquinas nos ayudarán a realizar tareas repetitivas y banales, para poder utilizar nuestro tiempo en el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la creatividad, la comunicación interpersonal y otras labores más productivas. ¿Pero qué tan lejos estamos? Dependiendo de la industria en la que nos desempeñemos estamos a meses o años de cambios radicales, así que no nos quedará más que aprender a interactuar con las máquinas, ya que quienes tengan las habilidades para ‘operarlas’ serán quienes tendrán las puertas abiertas hacia el futuro.