Podría asegurar que, si en una conversación pedimos a alguien que se imagine a un policía, la mayoría pensará en un hombre. Y es que, desde sus inicios, la policía fue creada como un cuerpo compuesto únicamente por hombres, encargado de la seguridad o con un objetivo específico, como la recolección de impuestos. No fue hasta después de la Primera Guerra Mundial que empezamos a ver a mujeres en la policía, tal como la conocemos hoy en día. Una encuesta realizada en 2023 mostró que la policía es una de las ocupaciones con menos mujeres en el mundo, con tan solo un 5.22% en promedio.
Se estima que el 90% de los crímenes con violencia cometidos a nivel mundial son perpetrados por hombres. Sin embargo, existen crímenes, como el abuso doméstico, en los que más del 70% de las víctimas son mujeres. Los crímenes contra las mujeres siguen ocurriendo en grandes cifras en la mayoría de los países del mundo. Los más comunes son el abuso doméstico, los delitos sexuales, el acoso y el abuso y explotación sexual infantil. En Reino Unido, la Oficina de Asuntos Exteriores, la Foreign, Commonwealth and Development Office (FCDO, por sus siglas en inglés) creó una iniciativa para fomentar la colaboración y el apoyo entre la comunidad y la policía. Este programa no solo opera en el Reino Unido, también se está implementando en los territorios de la Mancomunidad.
En términos simples, el objetivo del programa es la inclusión y la representación. No basta con que haya más mujeres policías, debe haber más mujeres en posiciones de mando. Entre 2021 y 2024, la representación de mujeres en puestos de liderazgo ha aumentado del 3% al 17%. María Stanley, responsable de este programa, ha explicado la importancia de contar con mujeres en puestos de liderazgo. Tener solo una mujer no basta; debemos tener al menos un tercio del grupo para ver un efecto positivo. El programa ha demostrado que las mujeres se sienten más seguras cuando tienen contacto con oficiales que las entienden, además de que las mujeres policías suelen tomarlas más en serio y entender los problemas por los que pasan las mujeres al ser víctimas de un crimen.
Además de beneficiar a las víctimas, este programa busca mejorar la experiencia de las mujeres al ser parte del cuerpo policial, una institución conocida por su naturaleza machista. En Reino Unido, únicamente el 12% del personal es mujer y solo el 3% ocupa posiciones de liderazgo. En muchas ocasiones, existen tan pocas mujeres que no hay botas o armaduras diseñadas para ellas, por lo que las mujeres deben conformarse con la talla chica de los uniformes para hombres.
Este programa es parte de la Alianza HeForShe de la Organización de las Naciones Unidas y ha demostrado que el aumento de mujeres en la fuerza policial trae beneficios para la sociedad en general, con un estilo más inclusivo y colaborativo, además de un mayor apoyo para las víctimas de crímenes.
En conclusión, la inclusión de más mujeres en la policía no solo es una cuestión de igualdad, sino una necesidad para mejorar la efectividad y empatía de la fuerza policial. A medida que crecen los desafíos sociales, especialmente los crímenes de género, es crucial que las instituciones de seguridad reflejen la diversidad de la sociedad. El avance en la representación femenina no solo beneficia a las víctimas, también fomenta un ambiente laboral más inclusivo y justo. Programas como el de Reino Unido son un ejemplo de cómo las políticas de inclusión pueden transformar la forma en que la policía interactúa con la comunidad. Es necesario seguir impulsando estos cambios para construir una fuerza policial que brinde seguridad y comprensión a todos.