Whitney Wolfe Herd, CEO de Bumble y cofundadora de la aplicación de citas Tinder, es la mujer más joven en la historia en sacar a cotizar su empresa a la Bolsa de Valores de Nueva York. Bumble es la primera app de citas virtuales en la que las mujeres tienen el control. Wolfe creó su empresa después de tener una mala experiencia en Tinder, al denunciar al hombre que la acosó, la empresa no tomó ninguna acción, por lo que decidió empezar su aplicación con sus propias reglas en las que únicamente las mujeres pueden iniciar una conversación. Hoy Tinder vale 1.3 billones de dólares y Bumble 8 billones.
El mayor error de Tinder fue no entender lo que sus usuarias querían, error que muchas empresas cometen. De acuerdo a reportes de Silicon Valley Bank, únicamente 28 por ciento de las startups han sido fundadas por mujeres y reciben 3 por ciento del capital de inversión de los grandes fondos. Si las empresas quieren crecer es esencial que escuchen al 50 por ciento de la población del mundo ya que representa 100 por ciento de su mercado.
Las fundadoras cuentan lo difícil que es buscar financiamiento cuando proponen ideas de nuevos productos o tecnologías a los hombres y estos no los entienden. Varias startups en Londres están desarrollando nuevos productos higiénicos femeninos, bombas para sacar leche materna y nuevos fármacos para la menopausia; sin embargo hay hombres que no los ven como una gran apuesta de negocio simplemente porque no entienden la realidad de las mujeres.
Así que los hombres pueden aprender de la historia de Wolfe y escuchar más las necesidades de las mujeres. Además de facilitar la inclusión, el tener diversas voces es bueno para los negocios.
Propongo tres consejos que los hombres pueden aplicar en sus empresas para asegurarse de tener el mejor talento y seguir incluyendo a las consumidoras que seguirán incrementando sus negocios. El primero, reconocer que todavía hay un gran camino por recorrer en temas de equidad. Tener a una mujer en un equipo no significa que sea inclusivo. En las universidades la mitad de la matrícula está conformada por mujeres, ¿sucede lo mismo en tu empresa?
El segundo, abrir puertas en todos los espacios a las mujeres, los formales y los informales, así como crear mentorías y programas de desarrollo profesional.
El tercero, denunciar a los hombres que no apoyen a las mujeres. Siempre hay que reconocer a los hombres que usen su privilegio para nivelar la balanza. Algunos de los mejores aliados que conozco realmente se esfuerzan por invitar a las mujeres a la mesa y escuchar distintos puntos de vista. Tal vez alguna de ellas sea alguien como Wolfe con una idea de negocio que pueda dejar al tuyo fuera de la jugada.
La autora es experta en marketing en industria y actualmente colabora desde Londres.