En la crianza de niños y niñas, uno de los temas de mayor interés es el de las correcciones de comportamiento. Hoy se sabe que los castigos no son los idóneos por tratarse de acciones violentas que contribuyen a un desarrollo inadecuado en las primeras etapas de vida.
Los castigos vulneran y pueden llegar a tener secuelas profundas en el crecimiento de los niños y las niñas que los reciben, de ahí la importancia por saber sobre otras formas para educarlos privilegiando el amor, el respeto y el buen trato.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés), “cuando niñas, niños y adolescentes son castigados físicamente experimentan tristeza, miedo, enojo, impotencia, culpa, confusión, y pueden sentirse lastimados o no queridos. Pueden además repetir las conductas indeseadas (justo las que madres y padres quieren prevenir), ser más agresivos/as y en general, su salud mental y su estado emocional se ven afectados”.
Para aplicar una disciplina amorosa hay que tomar en cuenta que la comunicación entre padres e hijos es esencial y que en el proceso de crianza hay opciones más allá del uso de la violencia o de la humillación para actuar frente a una mala conducta.
Cuando se den comportamientos inadecuados es de suma importancia atender la situación en el momento. Ignorarla sólo empeora las cosas. Con calma y paciencia se debe propiciar una conversación con el niño o la niña para hacerle ver que lo que está haciendo no es correcto. Lo relevante de esta charla es que ambas partes expresen su sentir y no sea un monólogo de regaños y gritos. La intención es hacerles notar lo que está mal en su conducta, que reconozcan su error, y lograr que se responsabilicen por ello.
Así, es crucial señalarles que todo acto tiene consecuencias y un mal comportamiento puede ser motivo de una reacción que no les gustará. En cuanto a las acciones que se adopten para desalentar una conducta inadecuada (aumentar responsabilidades en casa, limitar uso de juguetes o tiempo de esparcimiento) tienen que ser siempre firmes y concluir en el tiempo acordado.
Ante todo, es fundamental que se les haga entender a los niños y las niñas que sus travesuras no serán motivo para dejar de ser amados, por lo que la comunicación debe ser sensible y directa.
En Early Institute impulsamos la implementación de la crianza positiva basada en el respeto y el amor. A través de ella se elimina el uso de castigos para dar paso a métodos de disciplina alejados de la violencia y cercanos al establecimiento de vínculos sanos y afectivos. Buscamos contribuir a la adopción de prácticas más constructivas en la educación de niños, niñas y adolescentes, ya que estamos convencidos de que, en las etapas tempranas de la vida, la armonía en el entorno familiar es vital para un desarrollo óptimo e integral.