Operativa y financieramente, la situación de Pemex es de tomarse con cautela. La administración de la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, a través de Víctor Rodríguez Padilla como director general de la petrolera, tiene frente a él, un gran reto de consolidar la producción de hidrocarburos, volver a estado permanente los números negros en los balances, alcanzar la autosuficiencia en combustibles, entre otros.
Está claro que esta nueva administración está siendo inundada con Académicos, Catedráticos y especialistas con posgrado, lo cual es una buena estrategia, sin embargo, no se pueden permitir rodearse de exfuncionarios peñistas, e incluso calderonistas, que en claro conflicto de intereses, buscarán llevar agua a su molino. Tal es el caso de Gustavo Hernández García, ligado a las empresas Tecnología Integral en Fluidos y Perforación (TIFP) y Proveedora de fluidos Mexicanos (PFM); así como de Luis Ramos Martínez, José Antonio Escalera Alcocer y Sergio Rosado Flores, quienes se presentan ante contratistas y proveedores de Pemex como los enlaces con los altos mandos.
Por mencionar algunos casos, destaca el de José Antonio Escalera Alcocer, quien además de cobrar como jubilado y exdirector de Exploración de PEP, aparece como socio de al menos dos empresas proveedoras de la industria petrolera: Tethys Soluciones y Servicios en Energía, así como de Central Tecnogenética Gaamamex, esto de acuerdo con documentos del Registro Público de Comercio de la Secretaría de Economía.
En cuanto a Sergio Rosado Flores, recién nombrado Subdirector de Evaluación y Cumplimiento Regulatorio de Pemex, la cosa cambia, pues aparece al menos hasta 2022, como representante legal, o socio, en 14 diferentes empresas, entre las que destacan Glacoa, dedicada al transporte y almacenamiento de petrolíferos; Energía y Servicios Ensenada, Infraestructura y Energía de Campeche, Transoceánica, entre otras.
Con todos estos antecedentes, es importante reflexionar sobre a quién servirán, cuando llegue el momento en que deban anteponer los intereses de la petrolera nacional, ¿a los suyos, o de sus representados?
El tema ya está en el escritorio de Rodríguez Padilla, pues recordemos que en una de sus últimas conferencias mañaneras, la del 25 de septiembre, el expresidente Andrés Manuel López Obrador respondió ante cuestionamientos al afirmar que “corresponde al director de Pemex que va a entrar , y a la Presidenta (Sheinbaum), ellos van a revisar el caso, seguramente lo van a hacer”.
Es entonces cuando nos preguntamos si ¿existen en México otros personajes con experiencia técnica en la industria petrolera, más que los de la vieja guardia que tuvieron su oportunidad y la utilizaron para su propio beneficio?
Los lobos acechan a Pemex una vez mas…Cuidado.
Arde Cancún y paran proyectos
Cancún, la perla de Quintana Roo, atraviesa una crisis, pues cada vez se aleja más de ser un destino familiar para disfrutar de sus playas, mismas que hoy son hoy escenas de crimen.
Al menos seis ejecutados -entre ellos un niño- se han dado en 2024 por disputas y ajustes de cuentas entre tiradores de droga que operan sin control.
Hay opciones para solucionarlo, sin embargo, los proyectos no avanzan por burocracias y malas intenciones.
Tal es el caso del proyecto de FONATUR y Walkins Box Shop, que dotaría a la zona hotelera de hasta 80 cámaras de vigilancia de alta gama y botones de pánico conectados al C5, y que resulta obstruido por el nuevo administrador de la zona hotelera: el gobierno del estado.
Según los concesionarios, en las últimas semanas del sexenio, el ex titular de Turismo, Don Miguel Torruco, intervino para que este proyecto no se truncara, pero poco pudo hacer y trasladó la estafeta del caso a su sucesora Josefina Martínez en SECTUR.
A pesar de que el CIP de Cancún de Fonatur señala que todo está en regla con la concesión, resulta ser que existe un grupo de funcionarios de la gobernadora Mara Lezama -que son también los enlaces para recibir la zona hotelera como nuevos administradores -, los que estarían buscando hacerse de ese proyecto para fines personales.
Vaya “unboxing " que le tocará hacer a la presidenta Claudia Sheinbaum de este “paquete todo incluido” de corrupción de la 4T, entregado de manos de Lyndia Quiroz.