Energía con H al Final

Tic toc, el tiempo corre para Dos Bocas

El plazo es claro: Para 2022 la refinería de Dos Bocas deberá estar operando y mitigando las importaciones de combustibles; si no, el gobierno habrá fallado.

La firma texana Jacobs, una de las elegidas para concursar por el Project Manager Construction (PMC) de la refinería de Dos Bocas, Tabasco, tiene una frase en su sitio que sintetiza el momento que vivimos los mexicanos en materia energética:

"Con frecuencia, trabajamos con clientes que tienen un concepto predefinido de lo que la refinería debe ser capaz de hacer. En algunos casos, estas restricciones conducen a soluciones no económicas. Trabajamos con nuestros clientes para examinar las limitaciones al principio del proyecto" (¡cof!, ¡cof!).

Bueno, pues la cuenta regresiva comenzó el lunes; para 2022 la refinería de Dos Bocas tiene la obligación de comenzar a mitigar las importaciones de combustibles y bajar su precio. Si no se logra, como muchos auguran y otros tantos defienden, habrá fracasado el epítome de la política energética del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Como hay prisa, esta semana la Secretaría de Energía aseguró que se liberaron las invitaciones a una licitación restringida que incluye a dos consorcios y dos empresas en solitario; sin embargo, la invitación aún no está disponible en el sitio de contrataciones de Pemex Transformación Industrial, vaya, aún no es pública.

Entre los invitados, los cuales acapararon primeras planas en todo el país, solo uno pudo antes la ambiciosa hazaña: Bechtel logró construir una refinería en tres años, cuando en 2008 entregó a Reliance Industries una planta adicional en un complejo ya operando, probado por décadas, me refiero a Jamnagar, en India.

Por ello, y porque Rocío Nahle, la secretaria de Energía, y luego el presidente López Obrador no han dejado de hablar de ese proyecto desde la campaña, muchos dicen que la invitación restringida tiene dedicatoria, sin embargo, y de ganar, Bechtel comenzará de cero, siendo quizá este uno de los principales riesgos (sin mencionar que debe sacudirse de la cuestionable Techint), aunque confiando en que su principal fortaleza es que tienen de su lado a los tres niveles de gobierno, lo que aceleraría los tiempos.

Sin embargo, KBR es la que más experiencia tiene, lleva dos refinerías como PMC, una en Iraq y otra en Arabia Saudita, las dos para empresas estatales; mientras que Technip le está gerenciando un centro refinador a Malasia a Petronas; caso similar al de WorleyParson en Egipto con la subsidiaria ASOROC, de la petrolera del gobierno, EGPC.

Así, el que gane tendrá la misión de levantar un proyecto que incluye 17 plantas con 93 esferas de almacenamiento que generará, según ha prometido la Sener; deberá además incorporar 50 por ciento de contenido nacional en las contrataciones, todo ello en 33 meses. Suerte.

Nos quedamos esperando

Más de uno esperábamos escuchar en el Aniversario de la Expropiación Petrolera que se celebró el lunes en la refinería de Tula, el anuncio del plan adicional de apoyos financieros y fiscales a Pemex. En su lugar, Octavio Romero Oropeza dijo que la caída en la producción se detuvo. Esperamos con ansia ver los números de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, que saldrán en abril, para ver si con eso se calman en Nueva York los 'difíciles de complacer'.

COLUMNAS ANTERIORES

Sin miedo a prometer
¿Vale la pena mirar al pasado?

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.