Mañana, el Presidente felicitará en su conferencia mañanera a las tres empresas que se adjudicaron los primeros cinco Polos de Desarrollo del Bienestar, estas enormes áreas de atracción de inversiones en parques industriales en el sureste del país, entre Veracruz y Oaxaca.
Los felicitados serán Mota Engil México (que entres áreas diferentes se queda con un total de 470 hectáreas) y a los grupos mexicanos Constructor Urcedic (360 hectáreas) y Proistmo (462 hectáreas).
Este es uno de los proyectos emblemáticos del sexenio aunque uno de los menos cacareados y promovidos de manera oficial. Algunos empresarios consideran que esto se debe a que se trata de un proyecto de la mano de iniciativa privada que, si bien desatará el desarrollo de la zona del istmo de Tehuantepec, es difícil de vender a nivel de calle.
Por primera vez se crea en el país una nueva ruta económica y logística, de hecho sería la segunda después del triángulo productivo creado entre los estados de Jalisco, Puebla y Nuevo León
Esta nueva zona económica sobre el corredor desde el puerto de Salina Cruz en Oaxaca al puerto de Coatzacoalcos en Veracruz se ha vendido desde la Secretaría de Economía como ‘la alternativa al Canal de Panamá’, cuando en realidad será una excelente alternativa, un eslabón nuevo de las grandes cadenas de suministro global.
Para poner en contexto, el Canal de Panamá mueve cada año 500 millones de toneladas de productos, mientras que la prospección del Corredor del Istmo es de 1.4 millones de toneladas, es decir, que la ruta mexicana representará una competencia de apenas 0.28 por ciento.
“Será un corredor complementario y la principal ventaja que tendrá (con esta combinación de mar-tierra-mar) es el tiempo que ahorrará a las empresas navieras que, según el destino final, puede ser de entre 10 a 18 días versus Panamá”, me explica Armando González, vicepresidente de Operaciones de Proistmo.
Para las empresas de logística, el costo financiero de adelantar entregas en esa cantidad de tiempo, es un ahorro que no consiguen en ningún otro cruce entre océanos en el mundo.
El timing de esta alternativa logística es perfecto: por un lado, 50 por ciento de la carga de Panamá se encuentra retrasada por la falta de agua en este canal y el otro cuello de botella es el Canal de Suez, que ha bajado el tránsito de barcos por la situación geopolítica en el Mar Rojo.
El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) es un proyecto ambicioso, donde el gobierno federal hará inversiones para aumentar el calado y espacio de operaciones en ambos puertos, así como la adecuación de 304 kilómetros de ferrocarril entre ambas terminales, así como rutas y servicios imprescindibles para la atracción de empresas como es el gas.
En el caso de Proistmo, anunciaron una inversión de 14 mil millones de pesos que se dedicará por completo a la infraestructura de su predio y para enero comienza la construcción de los primeros edificios y naves industriales. “Por ahora estamos recibiendo mucho interés por este espacio pero, por la falta de gas, comenzarán los proyectos que no requieren este insumo como las empresas de tecnología o servicios”, agrega González.
Este es el primer proyecto federal/privado que podría ayudar a esta, la zona del sureste mexicano, a tener un crecimiento de su PIB similar al del centro y norte del país, podría frenar las olas migratorias y disminuir los índices de pobreza.
Solo entre enero y octubre de este año, la Secretaría de Economía ha registrado anuncios por 90 mil millones de dólares de inversiones programadas para los próximos dos o tres años.
Muchas de las empresas que se presentaron a las licitaciones por los diez polos insisten en que es necesario una más agresiva política de promoción de los beneficios de la instalación de plantas productivas en este corredor y migrar en poco tiempo a convertir este zona de parques industriales y eje logístico en una zona franca, otro proyecto coqueteado por administraciones en distintos sexenios.