Anderson Report

Sin miedo a regarla

Pepsico tiene un programa interno donde se atreven a probar y hacer cosas distintas, entre ellas, la incorporación a todas sus áreas de 400 empleados con discapacidad auditiva

Diana Cinco es la mejor promotora de ventas de Pepsico México y de los 10 mexicanos en viajar a Nueva York a recibir el Chairman’s Ring of Honor, un prestigioso premio que reconoce a las personas más sobresalientes de las áreas de ventas y operaciones (y que solo llega a 0.1% del talento de la empresa escala global). ¿Puede una mujer con hipoacusia ser la mejor vendedora?

Diana es el mejor ejemplo de que “hay que aprender a romper estigmas y a buscar el cómo sí pueden suceder las cosas”, me explica Carlos Quintana, vicepresidente senior de Recursos Humanos de Pepsico México. Diana ingresó como promotora en una tienda de autoservicio pero al poco tiempo fue evaluada como una mujer de mala actitud, que no respondía a sus compañeros de piso. Bastó con preguntarle cómo la podían ayudar y luego colocarle un distintivo que decía “háblame de frente” para que llegara a ser una estrella de ventas de exportación.

La multinacional cuenta en todas las áreas de sus 15 plantas con 600 empleados con alguna discapacidad, de los cuáles 400 viven con discapacidad auditiva.

“No hay una razón específica de porque tenemos mayor incidencia pero sí hemos desarrollado todo un plan interno que desde las entrevistas laborales hasta la capacitación se realiza también en Lengua de Señas Mexicana, somos 450 personas las que somos intérpretes en la organización y seguimos sumando más y más expertos”, agrega Quintana.

Todo fue un movimiento orgánico que empezó con la creación de su Comité de Capacidad para sumar personal con discapacidad en toda la empresa. “Nuestra meta es que lleguemos a tener 4 mil empleados (de una planta de 42 mil empleados) con alguna discapacidad”.

¿Es complicado empezar? No, y vale la pena conocer como lo hicieron desde Pepsico: contrataron a una intérprete de LSM maestra que lidera las capacitaciones para que en todas las áreas (desde RH hasta producción) haya personas que sepan la lengua. Desde la pandemia los cursos son en línea y en 3 meses se puede tener un nivel básico y profesional al año. “No es caro implementarlo, porque quienes están más capacitados comienzan a ser los profesores de los nuevos alumnos”, agrega el directivo, “el nivel de engagement y de energía positiva que se generan en estos cursos es impresionante”.

Luego la capacitación del personal de manera interna -para lograr planes ascendentes de carrera- también son en LSM para poder permitirle a los empleados con discapacidad auditiva a escalar puestos en la organización, sin ninguna limitante.

Además de la comunicación, las oficinas corporativas ya han sido certificados como espacios accesibles, así como buena parte de sus plantas productivas. Todas las nuevas instalaciones (como su futura planta de botanas en Celaya) son 100% accesibles.

Pero hay un disparador que permitió esta inclusión laboral tan única en Pepsico. Se trata del programa “Sin miedo a regarla”, sí, como suena.

Es un espacio de riesgo controlado donde todos los participantes se atreven a probar productos distintos, modos de operar diferentes, se intenta en ambiente controlado hacer innovaciones y mejoras. “Este programa no lo tendríamos sin el plan de inclusión laboral, porque fue ahí donde comenzamos a probar cómo sí podríamos sumar a compañeros con alguna condición de vida y de qué manera podíamos ser una empresa mucho más accesible a todos”, dice Quintana.

Las personas con discapacidad son de los más activos en este programa, porque tienen la capacidad de ver y vivir de maneras muy distintas y eso le permite a la organización contar con una variedad de opciones y soluciones fuera de la caja.

Y una de ellas fue para Diana, quien con solo un cartelito en su chamarra llegó hasta Nueva York demostrando que el talento no conoce de condiciones ni limitaciones.

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