Si Donald Trump gana en noviembre las elecciones en Estados Unidos y se muda una segunda temporada a la Casa Blanca, México será el país con el mayor riesgo a sus políticas.
La Unidad de Inteligencia de la revista The Economist (los mismos que hacen el Índice McDonald ‘s) creó el Índice de Riesgo Trump y enlistan a los 70 socios comerciales más grandes de Estados Unidos según su exposición a las políticas del empresario republicano.
En un mapa mundial pintaron en distintos tonos de rojo el nivel de exposición a Trump y resalta en todo el planisferio México, en negro: de un máximo de 100 puntos, nosotros sumamos 71.
Somos el país que más riesgo corre en un segundo mandato de Trump.
Empezando justamente por la situación geográfica y luego comercial. Desde este año somos el principal socio comercial de la mayor economía del mundo y esa grata realidad puede ser un boomerang en contra.
Los déficits comerciales son una gran preocupación para el candidato republicano y el déficit con México aumentó a 152 mil millones de dólares en 2023, un crecimiento del 37 por ciento desde 2020.
Si bien en julio de 2026 se debe realizar la revisión tripartita al T-MEC, las comisiones legislativas y las mesas de análisis comenzarán en enero de 2025 con la nueva conformación del Congreso en Estados Unidos. Y si bien este tratado es ‘su bebé', el tratado que ideó para reemplazar al ‘peor que había firmado su país’, como se refería al TLCAN, eso tampoco es garantía.
“Es una persona impredecible”, me decía uno de los funcionarios que estuvo a cargo de la renegociación a partir de 2017. Y ese adjetivo es el que menos quieren escuchar los empresarios, los inversionistas y las firmas que están encaminando sus proyectos rumbo al país latinoamericano más cercano a Estados Unidos impulsados por la ola del nearshoring.
“Trump firmó el T-MEC, pero eso no es garantía de que no lo desechará o lo utilizará como palanca para obtener concesiones de México, particularmente en lo que respecta a su comercio con China”, afirma el reportaje de la revista británica.
Además de las exportaciones está otro factor que ha sido su ‘diana’ favorita: la inmigración. Las normas más estrictas que promete imponer en Estados Unidos podrían afectar a millones de mexicanos y a migrantes de otras nacionalidades que usan al territorio como avenida para llegar al sueño americano.
Otro de los factores que hacen a su plataforma electoral es la seguridad. En el documento de 16 páginas que ha presentado rumbo a las urnas en noviembre próximo, esboza que la ayuda militar probablemente sería más condicional y los aliados se verían intimidados para que aumentaran su propio gasto en defensa.
Después de México, los otros países latinoamericanos que estarían más expuestos al ‘Riesgo Trump’ serían Costa Rica, Panamá, República Dominicana, El Salvador y Honduras. En todos los casos, la inmigración afectaría a sus ingresos debido a que son países donde las remesas representan entre 8 y 23 por ciento de su PIB.
China, contra la cual Trump libró una guerra comercial durante su primer mandato, ocupa el puesto más alto entre todos los países de Asia. El candidato republicano no deja oportunidad para decir que quiere una desvinculación más decisiva de la segunda potencia económica del mundo. Ha amenazado con imponer aranceles de hasta 60 por ciento a todos sus productos.
Si bien podría resultar difícil a Trump imponer sus ideas más radicales (como la expulsión de migrantes o el alza de aranceles) en temas de política internacional habría más riesgo.
Ya demostró su voluntad (y capacidad) de deshacerse de los acuerdos internacionales como el TPP o de retirarse de alianzas globales como el Acuerdo de París.
“Preocupa que, en un segundo mandato, Trump también quiera abandonar la OTAN o socavar significativamente la alianza militar”, agrega el reporte de The Economist poniendo un ingrediente extra a la enorme incertidumbre que generan las próximas elecciones del 5 de noviembre.