Benito Solis

Seguirán fuertes ajustes en las distintas economías del mundo

En las reuniones de los próximos días cabe esperar que la Fed vuelva a reafirmar su disposición para controlar la inflación a pesar del costo que provocaría a la actividad económica.

PARÍS, Francia.– En los últimos meses México y las distintas economías del mundo siguen ajustándose al nuevo entorno global, del cual no escapa Francia, que es la segunda economía de la Unión Europea -después de Alemania- y la séptima a nivel mundial. Esto debido al cambio en la política monetaria que está realizando la Fed de Estados Unidos, aunado a la problemática específica de este continente, por la invasión que realizó Rusia a Ucrania.

Después de un par de décadas en que el gobierno estadounidense utilizó políticas fiscales y monetarias expansivas para enfrentar problemas económicos diversos, los desequilibrios macroeconómicos afectan no solo a ese país, ya impactan a la mayoría de las economías del mundo. Entre los problemas que ese gobierno ha tratado de superar con esa política expansiva están la crisis derivada de los ataques a las Torres Gemelas de Nueva York en 2001, la crisis inmobiliaria, el colapso del sistema bancario provocado por la quiebra del grupo financiero de Lehman Brothers y, de manera más reciente, la recesión producida por la pandemia del Covid-19 y la incertidumbre política derivada de sus recientes elecciones presidenciales y del legislativo. Todo lo anterior provocó que los activos de la Fed se elevaron casi en nueve veces, es decir cerca de 900 por ciento en este periodo.

Como resultado se tiene una creciente inflación, siendo los principales catalizadores la caída en la producción por la aparición del Covid y la invasión de Rusia. Así, vemos que la inflación ya es de 8.5 por ciento en Estados Unidos, de 7.9 por ciento en la zona del euro, de 5.5 por ciento en Francia y de 70 por ciento en Turquía, entre otros. En México, a pesar del subsidio que el gobierno otorga a la gasolina, la inflación anual el mes pasado alcanzó 8.15 por ciento. A fin de controlar esta pérdida del poder adquisitivo de la moneda, la Fed ha iniciado una política monetaria de contracción paulatina, lo que se ha reflejado en un incremento de las tasas de interés. En las reuniones de los próximos días cabe esperar que la Fed vuelva a reafirmar su disposición para controlar la inflación a pesar del costo que provocaría a la actividad económica.

El impacto en cada caso depende de la fortaleza de cada nación, de su dependencia a las importaciones de los energéticos; a los niveles de sus deudas externa e interna no solo de los gobiernos, sino también de las empresas y las familias; a los desequilibrios fiscales y, en especial, a las decisiones que cada gobierno tome para resolver los problemas que enfrenta. Será inevitable la quiebra de diversas empresas en todo el mundo y negociaciones de la deuda pública de algunos gobiernos en los siguientes meses.

El presidente francés, en días pasados al regresar de las tradicionales vacaciones que se llevan al cabo en su país, dio un discurso pesimista dirigido a su pueblo diciendo que “tendrá la fuerza para los tiempos que vienen… y pagar el precio por su libertad y por sus valores”. Esto se debe al entorno pesimista que visualiza para los siguientes meses. Entre los problemas que tendrá la Unión Europea están el mencionado aumento en las tasas de interés globales, lo que ya está provocando una depreciación del euro, el cual ya llegó a estar ligeramente por debajo del dólar; la expectativa de una recesión en el continente; diferentes presiones en cada país dependiendo de su situación específica, lo que ya provoca que aunque todos emitan bonos en euro, las tasas de interés que pagan son diferentes. Adicional a esta situación se tienen el debilitamiento de las monedas de la zona que no están en el euro como es el caso de Polonia, de la República Checa, el florín húngaro y sobre todo, la lira turca.

Macron está iniciando su segundo periodo como presidente de Francia, enfrentando un Congreso en el que perdió la mayoría absoluta y en donde tiene una fuerte oposición, tanto de grupos de derecha como de izquierda. Esto provocará gran incertidumbre en el gobierno en los siguientes meses. Además, el nuevo canciller de Alemania, Olaf Scholz, país que en las pasadas décadas había tenido diversas posiciones internacionales coincidentes con Francia, enfrenta presiones derivadas de su participación en el gobierno de Hamburgo, las cuales tiene que atender.

Entre los retos que el presidente Macron enfrentará en los siguientes meses están la negociación y aprobación del Presupuesto 2023; la crisis provocada por el aumento en el precio de la energía; el menor suministro de petróleo debido a la guerra de Rusia así como diversas negociaciones con el presidente Putin; la urgencia climática resultante de la elevada temperatura que ha provocado incendios en distintas partes y la sequía en gran parte del país, así como el tema de la inmigración, principalmente proveniente de África. En conclusión, se espera un invierno difícil para Francia en lo particular y para Europa en lo general, lo cual hará inevitable que México tenga presiones económicas en el futuro y sería conveniente que las empresas como el gobierno tomen en cuenta.

El autor es economista.

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