BUENOS AIRES, Argentina.- Este extenso y hermoso país tiene una gran cantidad de recursos naturales y buena tierra, clima y agua inmejorables que permiten una elevada productividad agrícola; así como una población muy homogénea y educada, todo lo cual le ha hecho destacar a nivel mundial en diversos aspectos. Incluso en el primer tercio del siglo pasado tenía un ingreso per cápita muy elevado y superior al que prevalecía en Estados Unidos y en varias naciones europeas, todo lo cual era un imán para la inmigración.
Sin embargo, desde hace varias décadas ha sufrido periodos de elevada inflación, excesivo endeudamiento del sector público, crisis financieras y cambiarias, así como graves recesiones. Sucesivos gobiernos han tratado diversos programas de estabilización económica e incluso han llevado a cabo 21 acuerdos con el Fondo Monetario Internacional, todo lo cual no ha logrado un desarrollo estable en el largo plazo. El último acuerdo con esta institución fue firmado en 2020, por medio del cual se emitieron bonos reestructurados para reducir el servicio de la deuda anterior, pero en 2024 empiezan a vencer y es creciente la duda en los mercados de que el gobierno pueda cumplir con su pago en las fechas convenidas.
Esto ha elevado el llamado “riesgo-país”, que es la sobretasa que pagan los bonos de distintos gobiernos, con respecto a los bonos de Estados Unidos, que es considerado el de menor riesgo. Por ejemplo, Uruguay tiene un riesgo-país de 120 puntos, México de 215, Brasil de 289 y Argentina de dos mil 484 puntos, el cual es extremadamente elevado. Incluso diversas calificadoras han puesto su deuda en categoría “C”, que significa que tiene una elevada probabilidad de no ser pagada en tiempo y forma. Por lo mismo, las últimas emisiones de deuda pública han sido colocadas a una tasa anual del 110 por ciento en los mercados locales.
En la actualidad, el gobierno está enfrentando una escasez de reservas internacionales y contraído una elevada deuda con el banco central, lo que equivale a una mayor emisión de circulante, propiciando un incremento importante en la inflación. Hoy se conocerá la inflación en octubre, que se calcula puede ser cercana a 6.5 por ciento, ¡Solo en el mes! Se estima que para el final del año puede llegar a una tasa superior a 100 por ciento. A pesar de lo anterior, la economía todavía mantiene un crecimiento de alrededor de 4.0 por ciento, pero con importantes distorsiones, como son el control de cambios, el control a las exportaciones agrícolas y ganaderas y muchas otras más provocando así una escasez de divisas en el banco central. Además, existen diversos mercados paralelos del tipo de cambio, como es el “dólar blue”, que en ocasiones está a lo doble de la cotización oficial. En la actualidad se está negociando un dólar turístico, para los viajeros que visitan este país. Adicional a lo anterior existe una fricción importante entre los diversos grupos políticos en el gobierno que impiden identificar una política económica integral y coherente, creando así una grave desconfianza entre los inversionistas.
Son varias las causas del problema económico que le impiden a este gran país alcanzar el desarrollo que podría lograr, entre las cuales identifico algunas, como son: 1) La existencia de un déficit fiscal estructural, como son distintos programas sociales y la intervención del gobierno en distintos sectores y mercados, provocando la distorsión de los mismos; 2) la falta de un consenso político y social (e incluso polarización) que impide llegar a un proyecto de ajuste correcto para la economía; 3) la falta de autonomía del banco central para impedir el financiamiento del déficit del gobierno, lo que se traduce en una excesiva emisión de circulante; 4) la desconfianza de un porcentaje importante de la población y de los inversionistas en las políticas públicas; 5) la existencia de graves distorsiones en los distintos mercados y sectores de la economía; 6) la debilidad de las instituciones que no han podido evitar que los diversos gobiernos tomen políticas erróneas.
Varios de los puntos anteriores podrían aplicarse a nuestro país, lo cual es una lección importante para corregirlos y así recuperar la senda del desarrollo.
El autor es economista.