Benito Solis

Importante relación entre crecimiento, libre mercado y democracia

Los sistemas democráticos que mejor funcionan para facilitar las inversiones son aquellos en donde se tienen pocos cambios.

México es un gran país tanto en términos de superficie, como por el número de habitantes, así como por su producción y consumo, sus niveles de exportaciones e ingreso de capitales. Además, tiene una situación geográfica privilegiada con acceso a los dos principales océanos y cuenta con todo tipo de recursos materiales y climas.

Sin embargo, a pesar de ocupar el lugar 17 en el mundo por su PIB, está en el lugar 70 por su PIB per cápita. Para efectos de comparación está que mientras que en Estados Unidos hubo un ingreso per cápita de 58 mil 500 dólares el año pasado, en nuestro país fue de 8 mil 417 dólares, que es el mismo que tenía hace 20 años. Hay que destacar que estos son datos sin eliminar el efecto de la inflación, lo que significa que los habitantes de México han tenido una reducción importante de este indicador en términos reales.

Lo anterior explica, en parte, el descontento que existe en un sector de la población, ya que aunque nuestro país cuenta con gran cantidad de recursos naturales, los mismos no han permitido que esto se refleje en un incremento importante en el nivel de vida de sus habitantes en las pasadas décadas. Hay que destacar que estos ingresos no son homogéneos en todo el país, ya que son muy superiores en las zonas más integradas a las exportaciones como reacción al T-MEC y al turismo, como son el Bajío, la zona fronteriza del norte, así como Quintana Roo, Los Cabos y la zona de Puerto Vallarta.

Existen ejemplos relevantes de aquellos países que no cuentan con recursos naturales importantes, pero sí tienen un elevado ingreso por habitante, como son los casos de Japón, Suiza, Irlanda, Singapur, Países Bajos, Austria, Suecia, Finlandia e Israel. Por el otro lado, están una gran cantidad de naciones de África y de América Latina que cuentan con grandes riquezas naturales, pero no logran elevar el ingreso de sus habitantes.

Un caso muy relevante es el de China, ya que en 1991 (hace 30 años) tenía un PIB per cápita de solo 357 dólares al año, siendo uno de los más bajos en el mundo, mientras que el año pasado fue de 12 mil 564 dólares, esto es 34 veces mayor. La pregunta que debemos hacernos es qué han hecho los países que han logrado tener estos niveles de vida tan altos y reproducirlo aquí. Parece que el denominador común es el elevado monto de inversión, tanto en mayor capacidad física como en educación, que llevan al cabo durante un largo periodo de tiempo. Esto significa que los gobiernos realizan pocos cambios en las disposiciones legales que regulan la inversión y que se respetan las leyes. Además, se tienen sistemas de libre mercado, por lo que las inversiones se realizan no por disposiciones de las autoridades, sino como resultado de la demanda y oferta de los productos, de los servicios y de los factores en el presente y las expectativas para el futuro.

En México salió el dato de Inversión Fija Bruta para septiembre del presente año, el cual es inferior en cerca de 12 por ciento del nivel prevaleciente en el año de 2018 y disminuyó con respecto a la que tuvo el mes inmediato anterior en 0.9 por ciento. Mientras que la inversión en nuestro país representa 20 por ciento del PIB, la que realizan países como Singapur y China es superior a 50 por ciento y 40 por ciento del PIB respectivamente. Destaca que en nuestro país la inversión realizada por el sector privado es cercano a 90 por ciento de la total, mientras que el sector público realiza el 10 por ciento restante.

Tal vez los cambios más importantes que realizó China para lograr ese incremento en el ingreso de su población fue establecer reglas creíbles y que se respetaran en el largo plazo para la inversión, de manera conjunta con permitir que funcionara el sistema de libre mercado, así como el fortalecimiento a la educación de calidad para su población.

Una manera en que se facilita que se mantengan las reglas en que operan las economías es que se tengan sistemas estables de democracia, es decir con pocos cambios. Esto permite que las reglas se mantengan en el largo plazo para que las inversiones se puedan recuperar. Por ejemplo, al cambiar la regla en China para permitir que el Presidente se mantenga en el poder más tiempo del previsto, ya está propiciando salidas de inversiones de ese país, mismas que podrían venir a México si se hiciera una estrategia correcta.

Los sistemas democráticos que mejor funcionan para facilitar las inversiones son aquellos en donde se tienen pocos cambios, que los mismos sean aceptados por los distintos sectores y que predomine una importante separación de los poderes, para evitar la concentración en una sola persona o grupo. Es por lo mismo, que los cambios propuestos para el INE, de aprobarse, tendrían un efecto negativo en las inversiones en el mediano y largo plazo en México, lo que impactará en menor crecimiento e ingresos para la mayoría de la población.

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