Benito Solis

Principales tendencias económicas para 2023

La economía mexicana presenta importantes riesgos, pero también se identifican aspectos positivos que la hacen atractiva para los inversionistas.

Es tradicional que en los primeros días de cada año los diferentes gobiernos, instituciones financieras y centros de educación den a conocer sus pronósticos económicos, pero no es tan frecuente que mencionen qué tan acertados fueron en los años anteriores. Esto es debido a “que es muy difícil hacer predicciones, sobre todo del futuro”. Lo más ambicioso que podemos hacer los economistas es identificar las principales tendencias y variables económicas, lo que nos permite visualizar un posible entorno futuro, si “todo sigue igual”.

Luego se trata, sobre el posible entorno futuro, prever ciertos eventos y cómo podrían impactar a la economía. Como ejemplos están qué pasaría si algún candidato político gana las elecciones con base en sus promesas de campaña, la entrada o cambio de acuerdos comerciales internacionales (como ejemplo están el TLCAN o el Brexit), la entrada en vigor de leyes fiscales previamente aprobadas o modificaciones a las estructuras políticas.

Sin embargo, los pronósticos se equivocan cuando se tienen eventos de gran impacto que no se consideraron o que se creían de muy baja probabilidad, ya sean positivos o negativos. A esto se le llama la teoría del cisne negro. Entre los mismos están la aparición del Covid o la invasión de Ucrania por parte de Rusia o el ataque a las Torres Gemelas en Nueva York. Entre los positivos se podría considerar la aparición del Internet.

La mayoría de los pronósticos consideran que en el año que se inicia se mantendrán elevadas tasas de interés y algunos piensan que es posible que durante el segundo semestre sería posible empezar a ver ligeras disminuciones en las mismas en los mercados financieros internacionales, liderado por la Fed de Estados Unidos. Otro grupo importante opina que las mismas empezarán a bajar hasta 2024. Como resultado de lo mismo sería posible ver un incremento de los mercados bursátiles.

Hay que enfatizar que las tasas de interés se elevan con el objetivo de reducir la cantidad de liquidez que predomina en la mayoría de las naciones, lo que permite revertir la inflación. El actual incremento en los precios es resultado de previas políticas monetarias y fiscales expansivas en los pasados años en conjunción con eventos coyunturales de corto plazo, como fueron la aparición del Covid y la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

En la medida en que se incorpora en los análisis la expectativa de que es posible controlar la pandemia y de que la guerra en Ucrania no escalará a otras zonas del planeta, su impacto negativo se reduce. Por otro lado, las mayores tasas de interés ya tienen un costo en diversos sectores, como son el inmobiliario, en las inversiones para proyectos de largo plazo, así como en las estructuras financieras de las empresas y en el cumplimiento del servicio de las deudas, tanto públicas como privadas. Sin embargo, hasta la fecha no han sido lo suficientemente fuerte como para provocar la anunciada recesión.

Esto es válido tanto en el extranjero como en México. Por lo mismo, aunque se espera que la inflación se reduzca en los siguientes meses, todavía falta para que pueda regresar a los niveles previos a la pandemia del Covid y no es probable que las tasas de interés puedan disminuir de manera significativa. Esto permitirá que la actividad económica mantenga crecimiento durante varios meses más.

En este escenario, la economía mexicana presenta importantes riesgos, pero también se identifican aspectos positivos que la hacen atractiva para diferentes inversionistas. Entre los aspectos negativos están:

1) Bajo crecimiento económico; 2) inseguridad y control de diversas zonas del país por parte de la delincuencia organizada, lo que eleva los costos de las empresas; 3) un débil Estado de derecho, lo que perjudica la inversión y la creación de empleos; 4) baja inversión pública necesaria para el crecimiento económico; 5) finanzas públicas estructuralmente débiles; 6) elevado costo para el mantenimiento de las empresas energéticas del sector público; 7) destrucción de importantes instituciones Entre los aspectos positivos se encuentran: 1) Su situación geográfica muy favorable; 2) importante tamaño del mercado interno; 3) una economía complementaria con los otros dos socios del T-MEC; 4) los recientes nombramientos en el Poder Judicial y la actuación del Congreso federal fortalecen la democracia en el país; 5) la actuación del Banco Central para controlar la inflación y el buen funcionamiento del sistema financiero del país han sido ejemplares.

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