Las últimas estadísticas publicadas muestran una recuperación de la economía mexicana, ya que su PIB se incrementó 3.7 por ciento en el primer trimestre de 2023, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Por su parte, la inflación confirma su tendencia a la baja, ya que fue de 6.25 por ciento anual en abril, después de haber estado situado en un máximo de 8.7 por ciento en agosto pasado; lo cual permitió que el Banco de México ya no elevara la tasa de interés de referencia en su última junta. Por su parte, el tipo de cambio ha continuado revalorándose con respecto al dólar, lo que algunos interpretan como una señal del fortalecimiento de la economía mexicana.
Existen varias señales que muestran debilidad de la economía mexicana y que podrían frenar la actual recuperación, entre las que se encuentran las siguientes:
1. Aunque el nivel del PIB creció con respecto a los trimestres anteriores, apenas ha recuperado el nivel que tenía en el año de 2018, es decir en el último año del gobierno anterior. Pero como la población ha seguido creciendo, ya que en la actualidad somos 126 millones de habitantes en México, la misma producción o ingreso entre más personas equivale a una reducción promedio para cada uno, es decir el PIB per cápita disminuyó en estos años o sea que somos un país más pobre.
2. El IGAE, indicador de la actividad económica que se conoce de manera mensual, a diferencia del PIB que se publica con una periodicidad trimestral, muestra una caída en marzo con respecto al mes inmediato anterior de 0.3 por ciento, resaltando una contracción de 0.9 por ciento del sector industrial. Esto puede deberse a la apreciación cambiaria, que le quita competitividad a nuestras exportaciones en los mercados internacionales o al incremento en las tasas de interés derivado de la política antiinflacionaria que sigue en Banco de México.
3. La inflación muestra una disminución, que no significa que bajen los precios sino solo que se incrementan en un menor porcentaje, que se debe a la combinación de dos factores que son: la menor inflación en el extranjero y a la apreciación del peso que permite adquirir más bienes con la misma cantidad de pesos. En la medida en que regrese el precio del peso al que tenía anteriormente, la inflación volverá a subir en México.
4. La inflación ha bajado en el extranjero porque se han asimilado los impactos negativos de la guerra en Ucrania, de la aparición del covid-19 y del rompimiento de las cadenas productivas globales. Sin embargo, es difícil que siga bajando en los siguientes meses de manera significativa, ya que sigue elevada la demanda y el empleo en diversos países desarrollados, como son Estados Unidos y a la reactivación de la economía de China. Por lo mismo, es muy probable que sigan subiendo las tasas de interés en el exterior.
5. Las mayores tasas de interés en los Estados Unidos tendrán un triple impacto negativo en la economía mexicana: Harán que la economía norteamericana crezca menos o incluso sufra una recesión, con lo que disminuirán sus importaciones de productos mexicanos; se reducirán el monto de las transferencias de los mexicanos que laboran en aquel país y, finalmente, presionará al tipo de cambio y a la actividad económica.
En conclusión, la economía mexicana estará presionada por varios factores en los siguientes trimestres, lo que impactaría en un menor crecimiento. Medidas como el apoyo oficial y en infraestructura al nearshoring permitiría compensar, en parte, las presiones negativas sobre nuestro país.
El autor es economista.