Benito Solis

La economía se encamina a la peor crisis del siglo

Los más recientes pronósticos del Fondo Monetario Internacional prevén que la economía mexicana sufrirá una contracción de 6.6 por ciento en el presente año en comparación con 2019.

El autor es conomista .

Los primeros datos permiten confirman que, de no cambiar la actual ruta, las diversas economías se encaminan a la peor crisis del último siglo, en la cual la mexicana será una de las más perjudicadas. Esto es debido a que enfrentan un shock de oferta como de demanda. Por un lado, las empresas reducen su capacidad de trabajar y de producir porque su personal no asiste a sus labores habituales para evitar contagiarse del virus; por el otro está que las personas reducen de manera drástica su consumo y sus compras.

Los más recientes pronósticos del Fondo Monetario Internacional prevén que la producción mundial tendrá una disminución de 3.0 por ciento en el presente año; pero serán las economías desarrolladas en promedio las que sufrirán una mayor caída, ya que pronostica que su PIB bajará en 6.1 por ciento en 2020. Por su parte, las economías emergentes tendrán una disminución de 1.0 por ciento, destacando que China e India se verán beneficiadas con un ligero incremento respecto al año anterior de +1.0 por ciento. Por su parte, esta institución financiera global prevé que la economía mexicana sufrirá una contracción de 6.6 por ciento en el presente año en comparación a 2019.

Los datos preliminares del PIB de México durante el primer trimestre de 2020 validan este pronóstico, ya que la economía mostró una caída de 2.4 por ciento en comparación al mismo periodo de 2019. El sector secundario fue el más perjudicado, al mostrar una contracción de 3.8 por ciento, mientras que el sector de servicios disminuyó 1.4 y el primario tuvo un ligero incremento de 1.2 por ciento en comparación al mismo trimestre del año anterior. En términos anualizados, que es la manera en que se presentan las estadísticas norteamericanas, la caída fue de 6.4 por ciento.

Hay que recordar que las políticas de aislamiento empezaron apenas en la segunda y tercera semana de marzo, por lo que el mayor efecto se tendrá hasta el segundo trimestre del año. Esto se confirma al conocer el dato de venta de automóviles en abril, cuando cayeron en 64.5 por ciento. Parte del problema es que se diseñó una política de aislamiento nacional, en la cual se obliga a las empresas a cerrar sin diferenciar si en la zona en donde están existen casos de contagios o no. Por ejemplo, la situación es muy diferente entre los productores agrícolas en Zacatecas o Durango en comparación a los vendedores de los mercados en el centro de la ciudad de México.

Además, esta política es más fácil que se aplique a los distintos empleados que pueden trabajar en su casa por vía remota y que pueden seguir recibiendo su sueldo, en comparación a los empleados en la economía informal los cuales si dejan de trabajar, no tienen ingresos para subsistir. Estos últimos tienen que enfrentar la disyuntiva de contagiarse al salir a la calle o quedarse en casa y no tener ingresos para alimentar a su familia. Es por esta razón que en la mayoría de las economías de menor desarrollo se tiene un menor porcentaje de aislamiento de la población.

Por otro lado, está la sobrevivencia de las empresas en este entorno de fuerte contracción de la demanda, la cual es muy diferente dependiendo del sector en que se desenvuelve. Para el caso de las pequeñas y medianas empresas en Estados Unidos, el cual es muy parecido al mexicano, se tiene un estudio de una institución financiera que calcula que los restaurantes tienen en promedio recursos financieros para hacer frente a sus compromisos financieros durante 16 días si se quedan sin ingresos; por su parte los talleres tienen recursos para 18 días, las tiendas comerciales para 19 días, en la industria de la construcción para 20 días, locales de servicios personales para 21 días, etcétera. Esto significa que si las distintas empresas se quedan sin ingresos financieros durante un periodo superior al mes se tendrá una importante destrucción de fuentes de trabajo, los cuales no serán fácil ni barato recuperar en el corto plazo.

Para enfrentar esta situación, la gran mayoría de los países han diseñado y están llevando a la práctica políticas de apoyo a las empresas y a los trabajadores para que puedan subsistir en este periodo de fortísima contracción de la demanda y la producción. Por ejemplo, según estimaciones de México, ¿Cómo vamos? Alemania dedicará cerca de 32 por ciento de su PIB a los diferentes programas de apoyo, Reino Unido 18.8, Estados Unidos 14.8, Perú el 12, Corea del Sur el 11.4, Colombia el 7.9, Chile el 5.5 por ciento, mientras que México solo 0.4 por ciento. Un importante reto que tendrá nuestro país una vez que se supere la actual pandemia es que las empresas que reciben apoyo de sus gobiernos serán mucho más competitivas que las mexicanas, lo que las pondría en desventaja internacional.

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