Benito Solis

La inversión y los factores de la producción

Desde mediados del año pasado la inversión total del país ha disminuido, lo que se reflejará en menores niveles de producción, ingreso nacional y creación de empleos.

La Inversión Fija Bruta en el país cayó 6.4 por ciento en diciembre pasado en comparación al mismo mes del año anterior. Por su parte la inversión en maquinaria y equipo lo hizo en 9.4 por ciento. Existe una preocupación válida en este aspecto, tanto dentro como fuera del país, de que uno de los cuatro factores de la producción (el que se refiere al capital), esté decreciendo. Esto eventualmente se reflejará en menores ingresos para la población e incluso para el mismo gobierno por una menor recaudación fiscal, lo cual perjudica a la calificación crediticia de México y el poder de consumo de la población.

Existe gran confusión sobre cuáles son los factores de la producción, esto es aquellos que permiten que de manera conjunta aumente la riqueza y el ingreso en los distintos países. Los mismos son: 1) La tierra (o recursos naturales), 2) el trabajo o mano de obra que se refiere a aquellos que quieren participar en el mercado laboral y con frecuencia se les divide en no capacitados y calificados, 3) el capital que se refiere a los recursos financieros, a la maquinaria y al equipo, etcétera y 4) la capacidad empresarial u organizativa, que se refiere a aquellas personas y empresas que logran conjuntar los tres factores anteriores, para que pueda lograrse la producción. En caso de que falte uno de los factores se detendrá toda la producción, por lo cual no existe uno que sea más importante, sino todos lo son.

México es abundante en recursos naturales y tierra, pero debido a condiciones climáticas y legales no todo el territorio nacional puede ponerse a producir. Nuestro país es abundante en tierra y agua, pero con frecuencia ambos están separados; aunque el agua es abundante en el sur existen amplias extensiones de tierra desérticas en el norte. Además, la falta de claridad en la tenencia de la tierra, en ejidos y en tierra comunal impide que la misma sea sujeta a financiamiento y a su comercialización en parte importante del territorio, lo cual dificulta su incorporación al sistema moderno de producción.

En el aspecto del trabajo, hay una gran cantidad de personas dispuestas a ofrecer sus servicios laborales, pero con frecuencia tienen poca o deficiente capacitación, lo que les impide integrarse a los actuales sistemas globales de producción. Además, estrictos esquemas de contratación dificultan y encarecen su contratación bajo los crecientes esquemas más flexibles de producción.

Por su parte, el capital se refiere al ahorro acumulado de los países, que en México sigue siendo insuficiente para las necesidades actuales. El ahorro nacional, que se refiere al que realizan las personas, las empresas y los gobiernos dentro de México es inferior al 18 por ciento como porcentaje del PIB, mientras que en los países que tienen un mayor crecimiento llega a estar cercano al 40 por ciento del PIB. Es por lo mismo que en México se complementa con ahorro externo, es decir inversión extranjera y la suma de ambos se transforman en Inversión Fija Bruta. Dependiendo del sector y la rama se requieren diferentes cantidades de capital para crear un solo empleo, por lo que si se reduce la inversión anual, se crearán menos empleos.

Finalmente, el último factor de la producción, que con frecuencia es poco comprendido, es el de la capacidad empresarial o de organización. Se refiere a la capacidad que tienen las personas de conjuntar los distintos factores para poder producir y crear riqueza. Esta puede ser el que tiene una tienda o cocina pasteles en su casa para vender, así como el que diseña una aplicación para las computadoras o un fondo de inversión financiera, una empresa de fabricación de lámparas o de automóviles. Es frecuente considerar un empleado público como empresario, pero su incentivo es muy diferente al no poner en riesgo su propio capital, por lo que su eficiencia y productividad es mucho menor. Otra equivocación es creer que la inversión pública puede ser realizada por los particulares en su totalidad, en realidad ambas son complementarias.

Las estadísticas muestran que desde mediados del año pasado se presenta una reducción en la inversión total del país, lo que irá paulatinamente reflejándose en menores niveles de producción, del ingreso nacional y de creación de empleos. La certidumbre y estabilidad respecto a las diversas políticas que lleven al cabo las nuevas autoridades facilitará la reactivación de la inversión nacional y extranjera.

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