Benito Solis

Nueva ley eléctrica puede destruir la estrategia económica de México

La nueva ley tiene como aparente objetivo fortalecer y hacer rentable a la empresa pública de electricidad, al reducirle la competencia.

El autor es economista .

La nueva ley eléctrica, que está siendo discutida en el Senado de la República, tiene una mayor importancia y costo social de lo que aparenta a simple vista. Esto porque lleva implícita la posible destrucción de la estrategia y estabilidad económica del país, misma que se ha ido construyendo a lo largo de varias décadas, sin una alternativa viable que la sustituya en el corto plazo. Lo anterior resultaría por la reducción de exportaciones de una parte del sector manufacturero, por el cierre de miles de empresas, por la mayor volatilidad en el tipo de cambio debido a los menores ingresos de divisas y por el consecuente incremento en el desempleo.

México tienen diversos e importantes problemas económicos y sociales, como son el bajo ingreso de una parte de su fuerza de trabajo, una concentración del ingreso en un grupo reducido de la población, una proporción elevada e importante de los trabajadores que no pagan impuestos ni tienen seguridad social, ya que más de la mitad de la fuerza de trabajo labora en la economía informal, por el predominio de elevada delincuencia, inseguridad y asesinatos impunes en parte importante del territorio nacional y muchas otras dificultades más. Sin embargo, una gran cantidad de los mismos serían significativamente menores si se incrementara de manera relevante el número de empleos formales que hay en el país. A pesar de esto, lo contrario está ocurriendo, ya que los datos indican que se perdieron casi tres millones de fuentes de ingresos en los pasados meses.

La nueva ley tiene como aparente objetivo fortalecer y hacer rentable a la empresa pública de electricidad, al reducirle la competencia, a pesar de que tiene costos de generación más elevados que los productores privados. Estos se transferirían a los consumidores por medio de mayores precios o impuestos más elevados.

Sin embargo, lo anterior se contrapone con el principio básico de operar en el medio de competencia de los mercados globales, en donde rige el criterio de que se le compra a aquellos que tienen los menores precios, con la calidad más elevada. La planta productiva de México requiere que su estructura de costos sea más competitiva para seguir prosperando en este entorno, ya que las empresas en el país tienen que pagar impuestos más elevados que sus principales competidores.

En alguna época se pensó que las naciones deberían de ser autosuficientes en todos los sectores para depender menos del exterior y se decidió que por medio de elevados aranceles se evitara la importación de los diversos bienes finales e intermedios. Esto no solo resultó en una importante corrupción en las aduanas y para obtener los permisos de importación, sino también resultó contraproducente, ya que volvió al país más dependiente de las escasas divisas, por la caída en las exportaciones de la planta industrial. Además, como los costos se elevaron, también lo hicieron los productos con los que se redujo el poder de compra de los consumidores y de los sueldos y salarios.

Las empresas manufactureras locales podían fabricar productos finales, pero no eran competitivas para fabricar bienes de capital de alta tecnología ni muchos de los insumos que se requerían. Por otro lado, las exportaciones y los ingresos de divisas eran muy limitados por los elevados costos que tenía la planta productiva nacional. Durante algunos años México pudo suplir la falta de divisas con el descubrimiento de importantes yacimientos de petróleo y con creciente deuda externa, pero esto mismo fue la fuente de graves crisis financieras recurrentes. Fue por esto que se tomó la decisión de modificar la estrategia de desarrollo del país, y se pasó a una basada en crear las condiciones en donde las empresas fueran más competitivas y aumentaran sus exportaciones, y así generar las divisas que tanto requería el país.

Lo anterior ha dado resultados y hoy en día el país tiene una economía más estable con baja inflación y un tipo de cambio menos volátil, al mismo tiempo que se han evitado las drásticas crisis devaluatorias y financieras, a pesar del actual entorno político. Mucho de esto resulta de los elevados montos de los ingresos de divisas que obtiene el país como resultado de sus exportaciones manufactureras. Sin embargo, elevar los costos de producción de las empresas pone en riesgo todo lo anterior. Existen otras maneras en que se puede fortalecer a la compañía de electricidad sin poner en riesgo toda la estrategia de desarrollo del país.

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