Benito Solis

Por qué los elevados costos destruyen empleos

Con la actual estructura de costos que predomina en la economía nacional, elevar los salarios de manera arbitraria sólo haría que se reduzca el número de puestos de trabajo.

El autor es conomista.

La caída del empleo en México ha sido dramática en los pasados meses, especialmente grave ya que la falta de puestos de trabajo formales es uno de los principales problemas que tiene nuestra sociedad, lo que explica la pobreza en el país. La economía nacional se está colapsando, que se confirma con la caída del -18.9 por ciento del PIB en el segundo trimestre en comparación al mismo periodo del año anterior. Si los cuatro trimestres del año tuvieran la misma contracción (como se calcula en EU), esta caída sería de ¡-53.2 por ciento!

Se estima que cerca de doce millones de personas, entre los empleos formales y los informales, han perdido su fuente de ingresos en los pasados meses. De continuar esta situación el resto del año, Coneval estima que aumentará cerca de 10 millones de personas que pasarán a su clasificación de pobreza extrema.

Aunque el gobierno promete diversos programas de apoyo a la población más necesitada, no puede cumplirle como lo desea, ya que también sufre de una importante caída de sus ingresos, por la menor recaudación de impuestos que resulta de la contracción económica. Además, esta caída en los recursos fiscales ya se manifiesta en una reducción de sus servicios y en la calidad de los mismos, lo que se agravará en los siguientes meses.

Por lo mismo, empeorará la operación de diversos servicios públicos que se consideran necesarios, como son luz eléctrica, agua potable, seguridad y transportes público, regulación administrativa, impartición de justicia, diversos apoyos sociales, etcétera. Esto por la reducción de recursos públicos, que continuará los siguientes meses.

Para superar todas estas deficiencias se requiere que el sistema económico vuelva a operar de una manera normal o incluso más eficiente. Por lo mismo, este es el momento de poner las bases para que se tenga una reactivación sólida y permanente, que permitan un crecimiento sólido en el largo plazo.

Uno de los principales problemas que ha tenido la economía nacional para desarrollarse es que los costos de producción que predominan en el país son elevados y la productividad es baja en comparación con otras economías. Las empresas nacionales tienen que competir con las extranjeras que ofrecen sus productos dentro de nuestro país, lo cual le dificulta el poder sobrevivir, debido a sus costos más altos.

Las empresas formales, que son las que generan mejores empleos y pagan impuestos, tienen que ofrecer sus productos a los precios que fijan los mercados internacionales. Sin embargo, con gran frecuencia sus costos son más elevados que los que tienen sus competidores extranjeros. Esto sucede con los energéticos como electricidad, gasolina y gas. Además las tasas de impuestos son mayores aquí así como las tasas de interés por sus créditos y otros conceptos. Esto les deja un monto menor para el pago de los sueldos y salarios, si es que quiere competir y subsistir en el mercado nacional.

Las empresas que puedan operar y prosperar en el país son aquellas que pueden estar aisladas de la competencia internacional, como sucede con diversos servicios y con los monopolios; aquellas de gran magnitud que por su elevado volumen pueden aprovechar economías de escala y bajar costos unitarios; aquellas otras que no pagan impuestos, como son los establecimientos informales y aquellas que pueden pagar bajos sueldos y salarios a sus empleados y trabajadores.

Sería muy deseable que los sueldos y salarios en México fueran más altos, pero con la actual estructura de costos que predomina en la economía nacional, elevarlos de manera arbitraria sólo haría que se reduzca el número de puestos de trabajo para poder mantener los costos totales competitivos. Esto propicia que un mayor número de personas se incorporen a la economía informal, con menores ingresos.

La solución para elevar los sueldos y salarios de manera permanente consiste en bajar los demás costos de producción que tienen las empresas, así como reducir los impuestos a la inversión y reinversión de las utilidades. En un entorno así, sí es posible crear más empresas y empleos, así como elevar los ingresos de los trabajadores. Se requiere que se lleven a cabo programas de reducción de costos, de trámites, de impuestos para que las empresas puedan prosperar y crear más empleos.

COLUMNAS ANTERIORES

Se frena la economía, por lo que se requiere una estrategia diferente
Las próximas elecciones en varios países definirán su desarrollo o pobreza

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.