Benito Solis

Se frena la recuperación económica de México

La actividad en octubre y noviembre volverá a registrar datos negativos con respecto al mes anterior, con lo que se habría detenido esta incipiente reactivación económica.

El INEGI dio a conocer que el PIB creció 12.1 por ciento durante el tercer trimestre del presente año, esto con respecto al trimestre inmediato anterior. Por lo anterior algunos han concluido que la economía mexicana ya está "en franca recuperación"; sin embargo al analizar las estadísticas con más cuidado se concluye que esta afirmación es errónea. La información conocida solo indica que la caída de la actividad productiva fue muy pronunciada en los meses de abril y mayo (con tasas anuales de -19.8 y -21.4 por ciento respectivamente) y que la misma se ha detenido, pero no es claro si esta recuperación se podrá mantener en el futuro inmediato.

Al comparar la actividad del pasado trimestre con el mismo trimestre, pero de 2019, esto es un año antes, se tiene que la actividad actual es menor en -8.6 por ciento. Con esto la economía mexicana registra una contracción del -9.8 por ciento en los primeros nueve meses de 2020 y se concluye que la producción actual en el país es parecida a la que existía seis años antes, pero con una población muy superior. Por lo mismo a cada uno de los habitantes del país nos toca, en promedio, un menor ingreso.

Para poder identificar la tendencia que la economía mexicana tendrá en los siguientes meses es muy útil conocer los datos de los pasados meses, pero que no proporciona el PIB, ya que este es un dato trimestral. Para conocer la tendencia de corto plazo es más útil el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), el cual es mensual y ya había empezado a mostrar datos negativos desde marzo de 2019, es decir un año antes de que se tuviera el coronavirus en el país. Esto fue resultado del cambio en las expectativas de los inversionistas y del impacto por las modificaciones en las políticas públicas llevadas a cabo por la nueva administración pública.

Sin embargo, la principal caída en este indicador fue con la aparición del Covid-19 y las restricciones en las actividades comerciales y productivas para tratar de contener la pandemia. Esta se registró en el mes de abril cuando el IGAE tuvo un comportamiento de -17.3 por ciento en comparación al mes de marzo, es decir al mes previo. En mayo, la caída en el mes fue de -2.2 pro ciento y en junio ya se tuvo un incremento del 8.8 por ciento con respecto al mes previo. Aunque el dato fue positivo no significa que se iniciaba una recuperación en comparación al año anterior, pero permitía identificar que la caída económica había tocado fondo en mayo. Por lo mismo, se empezó a generalizar la creencia de que la economía iniciaba su recuperación.

Sin embargo, aunque cada mes se ha tenido un crecimiento positivo, el mismo ha sido menor con respecto al mes anterior; ya que en julio fue de 5.7 por ciento, en agosto de 1.4 y en septiembre de solo 1.0 por ciento, esto es, se reduce la reactivación de la economía. Por lo mismo, es posible concluir que la actividad en octubre y noviembre volverá a registrar datos negativos con respecto al mes anterior, con lo que se habría detenido esta incipiente reactivación económica.

Esta debilidad en la tendencia de la economía puede agravarse en las siguientes semanas por el deterioro de la pandemia, como lo muestran los datos de los contagios y el número de muertos que da a conocer la Secretaría de Salud. A lo anterior se adiciona la incertidumbre que provocan entre los empresarios e inversionistas las distintas propuestas que diversos legisladores presentan al congreso para modificar leyes en aspectos de tenencia de la tierra y de propiedades, en política fiscal y tributaria, laboral y judicial, así como otras más.

Por lo anterior, es posible que la economía mexicana registre una contracción cercana al -10 por ciento en el presente año, esto es casi cuatro veces peor que la recesión en nuestro principal socio comercial, es decir los Estados Unidos.

Tristeza por el fallecimiento de dos grandes líderes empresariales

En los pasados días fallecieron Luis Robles Miaja, quien fuera presidente de la Asociación de Bancos y Alberto López de Nava, digno representante de la industria automotriz y empresarial en el país. Cientos de miles de personas hoy tienen sus empleos y su bienestar por la atinada labor que empresarios como ellos y muchos otros más han llevado al cabo en el país.

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