Desde el 1 de abril de 2023, el Pleno del Instituto Nacional de Transparencia cuenta con solo cuatro de sus siete comisionados, lo que nos posiciona en un caso de falta de quorum. Con lo cual, el Pleno del INAI se encuentra imposibilitado para resolver, semana a semana, las controversias de la ciudadanía. En este escenario que no se había presentado en casi 20 años de este Instituto, la ciudadanía no podrá conocer, ni contar una resolución que favorezca su acceso a la información solicitada a las autoridades.
Actualmente, más de dos mil controversias presentadas por la ciudadanía se encuentran en sustanciación, ello abarcando aquellos asuntos que están listos para ser analizados y votados por el Pleno. Estas cifras nos muestran que más que recursos por ser votados, son más de dos mil personas esperando una resolución que solvente sus necesidades informativas y el ejercicio de su derecho a saber.
A pesar de esta coyuntura, debe subrayarse, el INAI sigue de pie y seguirá trabajando para la gente. No obstante, mientras esperamos que concluyan los procesos de nombramiento para completar la integración del Pleno del INAI, este Instituto continúa con el cumplimiento de sus atribuciones y funciones. A pesar de que no es posible realizar la tarea sustantiva del Pleno por la falta de quorum, otras tareas y servicios del Instituto se realizan con normalidad y con completa disponibilidad para todas las personas: la capacitación, socialización y coordinación con organismos nacionales e internacionales sigue en marcha, pues actualmente tenemos cinco liderazgos internacionales en organismos globales que impulsan el acceso a la información y la privacidad. También, continuaremos nuestras atribuciones a través de los espacios que tenemos de socialización de derechos en las entidades federativas como cabeza del Sistema Nacional de Transparencia.
La sociedad debe saber que el INAI es una institución a su servicio. Todas las personas pueden seguir ejerciendo sus derechos de acceso a la información y protección de datos personales. Por su parte, las autoridades e instituciones no deben cruzarse de brazos, la cultura de la transparencia llegó para quedarse, y requiere un auténtico compromiso con la gente. A pesar de las coyunturas, todas las instituciones se encuentran obligadas a cumplir lo establecido en la normativa en materia de transparencia: deben publicar y mantener actualizada la información relativa a las obligaciones de transparencia, así como a transparentar y permitir el acceso a su información y proteger los datos personales de todas las personas.
Con la firme certeza de que, los espacios públicos que pierden transparencia regresan a la sombra y a la imposibilidad de que las personas en el ejercicio de sus derechos humanos conozcan lo que debe ser público, seguiremos de pie. Ni el Ejecutivo, ni el Legislativo, ni el Judicial, pueden concebirse desde la opacidad. A esa razón, y para estar a la altura de las más altas exigencias ciudadanas, lejos de disminuirla, hoy debemos fortalecerla, porque en las sociedades contemporáneas: la democracia solo es real allá donde existe transparencia.
Desde el INAI, como una institución mexicana que trabaja a favor de la democracia y los derechos humanos de todas y todos, lo decimos con claridad; somos un instrumento social que ha fortalecido el ejercicio de la ciudadanía en México, posibilitando una participación informada de las y los ciudadanos. Hoy más que nunca, debemos decirlo: la cultura de la transparencia llegó para quedarse.
En este Instituto estamos ciertos que el INAI trascenderá las coyunturas. Reiteramos nuestra confianza en las instituciones del Estado mexicano: tanto de los procesos en el Senado de la República para el nombramiento de tres colegas comisionados, como de las consideraciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a través de la ministra Loretta Ortiz Ahlf.
La autora es comisionada presidenta del INAI.