“Haz las preguntas que necesites hacer, admite, sin disculparte, lo que no entiendas y haz tu trabajo, es decir: aprende lo que necesitas aprender, lo más rápido que puedas”
“La verdadera autoridad y el verdadero liderazgo provienen de saber quién eres y de no pretender ser otra cosa”
Robert (Bob) Iger
Robert (Bob) Iger, quien recientemente dejó de ser el CEO de Disney, una empresa que está cumpliendo 99 años, fue un gran director. Sus resultados fueron extraordinarios. A los directores, desafortunadamente, se les mide así, por resultados, aunque, a veces, las circunstancias de último momento tergiversan (para bien o para mal) lo planeado.
Iger fue CEO de Disney de 2000 a 2020, y en esos 15 años el valor de capitalización de la empresa se multiplicó más de cinco veces (pasó de 48 mil a 257 mil millones de dólares). En 2019 la revista Time lo designó el empresario (“business person”) del año.
En esos años, adquirió para Disney: Pixar, Marvel Entertainement, Lucas Film y activos de 21st Century Fox. Abrió parques de diversiones y revitalizó Disney Animation, el “motor” de desarrollo de personajes para todo Disney; algo que el propio Walt Disney había vislumbrado desde 1956, cuando inauguró su primer parque de diversiones: Disneylandia.
Recientemente Iger presentó un libro donde narra sus experiencias: The Ride of a Lifetime: Lessons Learned from 15 Years as CEO of the Walt Disney Company, publicado por Random House en 2019, (en español Lecciones de liderazgo creativo).
Sus reflexiones son muy aleccionadoras, y la forma en la que narra cómo pudo resolver problemas y construir relaciones sólidas e influyentes es muy inspiradora. Un libro muy recomendable para quienes estén interesados en dirección de organizaciones, liderazgo, resolución de conflictos y gobierno de personas.
Bob Iger reflexiona sobre lo que ha aprendido, y comparte 10 principios que considera necesarios para un auténtico liderazgo, los transcribimos:
1. Optimismo. Una de las cualidades más importantes de un buen líder es el optimismo, un entusiasmo pragmático por lo que se puede lograr. Incluso frente a decisiones difíciles y resultados menos que ideales, un líder optimista no cede ante el pesimismo. En pocas palabras: los pesimistas nunca motivan a las personas ni las “energizan”.
2. Coraje. La base para asumir riesgos es el coraje, y en los negocios en constante cambio y disrupción, asumir riesgos es esencial; la innovación es vital, y la verdadera innovación ocurre solo cuando las personas tienen coraje. Esto se aplica a las adquisiciones, inversiones y asignaciones de capital, y particularmente a las decisiones creativas. El miedo al fracaso destruye la creatividad.
3. Enfoque (Focus). Asignar tiempo, energía y recursos a las estrategias, problemas y proyectos que son de mayor importancia y valor es extremadamente importante, y es imperativo comunicar estas prioridades con claridad y frecuencia.
4. Decisión. Todas las decisiones, por difíciles que sean, pueden y deben tomarse en el momento oportuno. Los líderes deben fomentar una diversidad de opiniones, equilibrada con la necesidad de tomar e implementar decisiones. La indecisión crónica no solo es ineficiente y contraproductiva, sino que también es profundamente corrosiva para la moral.
5. Curiosidad. Una curiosidad profunda y permanente permite el descubrimiento de nuevas personas, lugares e ideas, así como una conciencia y una comprensión del mercado y su dinámica cambiante. El camino a la innovación comienza con la curiosidad.
6. Justicia. Un liderazgo fuerte se encarna en el trato justo y decente hacia las personas. La empatía es fundamental, al igual que la accesibilidad. Las personas que cometen errores honestos merecen segundas oportunidades, y juzgar a las personas con demasiada dureza genera miedo y ansiedad, lo que desalienta la comunicación y la innovación. Nada es peor para una organización que una cultura de miedo.
7. Consideración (tomar en cuenta, escuchar, empatía). La consideración es uno de los elementos más subestimados de un buen liderazgo. Se define como el proceso de obtener conocimiento, por lo que, tomar en cuenta opiniones, hace que la decisión tomada sea más creíble y también es más probable que sea correcta. Se trata simplemente de tomarse el tiempo para poder obtener opiniones informadas.
8. Autenticidad. Ser genuino. Ser honesto. No finjas nada. La verdad y la autenticidad generan respeto y confianza.
9. La búsqueda incesante de la perfección. Esto no significa perfeccionismo a toda costa, pero sí significa negarse a aceptar la mediocridad o poner excusas para aceptar algo que consideramos “suficientemente bueno”. Si crees que algo se puede mejorar, esfuérzate por hacerlo mejor. Si estás en el negocio de “producir cosas”, estás también en el negocio de hacer que estas cosas sean geniales.
10. Integridad. Nada es más importante que la calidad y la integridad de la gente de una organización y su producto. El éxito de una empresa depende de establecer altos estándares éticos para todas las cosas, grandes y pequeñas. Dicho de otra manera: la forma en que haces cualquier cosa es la forma en que haces todo.
Como lo hemos señalado muchas veces, el management avanza gracias a las acciones de los que lo practican (los practitioners). El libro de Iger es un claro ejemplo, su lectura, sin duda será de gran utilidad para quienes dirigen y para quienes quieren mejorar sus capacidades de liderazgo.
* Profesor Decano del área de Política de Empresa (Estrategia y Dirección) en el IPADE