Carlos Ruiz Gonzalez

El Director y sus redes (networking)

Por medio de las redes de trabajo, el director funda y va conformando un capital que aprovechará para lograr sus fines.

“La creación de redes (networking) se trata más de ‘agricultura’ que de ‘cacería’; se trata de cultivar relaciones”

Dr. Iván Misner

“La creación de redes es una inversión en su negocio. Lleva tiempo y, cuando se hace correctamente, puede generar excelentes resultados en los años venideros”

Diane Helbig

Un director o un empresario casi nunca actúa solo. Va cultivando, desarrollando y creando redes que le permitan relacionarse con los involucrados (stakeholders), conseguir recursos, innovar, desarrollar tecnología y hacer que las cosas sucedan; es decir, lograr que su estrategia se ejecute con acierto.

Por medio de esas redes, el director funda y va conformando un capital que aprovechará para lograr sus fines. Haciendo un símil, es como si depositara dinero constantemente en una cuenta y, en función de que su saldo incremente emite regularmente “cheques” para lograr sus objetivos.

Al ir conformando este capital, el director despliega la habilidad de innovar “ensamblando” y controlando recursos y habilidades, sin que sea necesariamente propietario de ellos, o sin que los tenga que desarrollar internamente. Podrá entonces constituir redes de valor que le permitan entregar productos o servicios.

Desde esta perspectiva de creación de redes se puede entender mejor el concepto de alianzas y el desarrollo de estrategias para aumentar el capital social, evitando centrarse solamente en el incremento de capital económico. En efecto, a veces lo importante no solo es poseer los recursos, también importa saber hacer (“know how”) y tener las relaciones, (“know who”).  Todo esto se conjunta, ordena y armoniza mediante redes.

Colaboración y colaboradores

Establecer redes a través de otros es una habilidad que no todos los directores poseen. Recuerdo que hace algunos años un amigo trabajaba para un prestigioso director, el cual antes de salir a un viaje de dos días le pidió que se encargara de que un importante documento fuera traducido de inglés a español. Mi amigo consideró que el asunto era de suma importancia, dejó lo que hacía y lo tradujo él mismo.

Cuando el director regresó, le entregó el documento esperando una felicitación, pero no fue así. El director simplemente se lo agradeció y al enterarse de que mi amigo lo había traducido le dijo: “hombre, yo lo que más bien habría esperado, y hubiera sido formativo para ti, es que lo hubieras enviado a traducir asegurándote de que quedara bien”. Esto se le quedó muy grabado a mi amigo. Hay que saber crear esas redes de colaboración que nos permitan lograr que las cosas sucedan.

No se trata de que hagas lo que harían 20 personas: se trata de que hagas que 20 personas hagan lo que tú haces”, aconsejaba el líder de una organización a sus ejecutivos. Esta frase expresa muy bien la importancia de crear redes.

John P. Kotter, profesor en la Harvard Business School, señala que el buen directivo obtiene mediante estas redes, la colaboración necesaria. De hecho, afirma que el directivo tiene dos retos críticos:

1. Resolver qué hacer.

2. Ganar amplia cooperación (aquí es donde entra el tema de establecer las redes).

Y para lograr esos dos retos tiene dos herramientas clave:

1. Saber cómo establecer agendas flexibles (entendiendo por “agendas” sus listas de prioridades, en el sentido norteamericano).

2. Establecer amplias redes de relaciones.

Dichas redes de relaciones (las redes del directivo) se establecen tanto externa como internamente. Externamente con clientes, proveedores y hasta competidores; con el sector financiero (bancos, casas de bolsa, etcétera) y también con el gobierno, los medios de comunicación y la sociedad. Internamente, con sus superiores, colegas que están al mismo nivel que él y, por supuesto, con sus subordinados, tanto directos como indirectos.

El hecho de llamarle red es en sí muy ilustrativo, ya que explica casi gráficamente cómo se sostiene algo. A pesar de que puedan romperse algunos de los hilos (nexos) de la red, esta se mantiene.

Para reflexionar respecto a este tema podríamos plantearnos algunas preguntas interesantes: ¿qué redes me interesa crear o fortalecer? ¿cómo las voy a crear y con quiénes? ¿qué características tendrán? ¿cómo las vamos a mantener? ¿qué tan “virtuales” pueden ser? La formación de estas redes del directivo indudablemente constituyen la creación de una importante ventaja competitiva.

El autor es profesor decano del área de Política de Empresa (Estrategia y Dirección) en el IPADE

COLUMNAS ANTERIORES

El Paso de la Muerte: una analogía útil e interesante
La conquista de la madurez

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.