Carlos Ruiz Gonzalez

El director ante la inteligencia artificial

La inteligencia artificial ofrece enormes oportunidades para mejorar y transformar el desempeño de las empresas u organizaciones.

“Lo que todos tenemos que hacer es asegurarnos de que estamos usando la IA de una manera que sea en beneficio de la humanidad, no en detrimento de la humanidad”

Tim Cook

La inteligencia artificial ha irrumpido “disruptivamente” en el mundo de la empresa. Por todas partes vemos cursos, seminarios y conferencias acerca de este tema y sus aplicaciones: logística, redacción, contabilidad, finanzas, etcétera. ¿En qué afecta esto a quien dirige una empresa u organización? A continuación, una definición y algunos puntos clave a considerar.

¿Qué es la inteligencia artificial? La inteligencia artificial (IA) es un campo de la informática dedicado al desarrollo de sistemas y tecnologías que pueden realizar tareas que normalmente requieren de inteligencia humana. Estas tareas incluyen el reconocimiento de patrones, la toma de decisiones, el procesamiento del lenguaje natural, la resolución de problemas y el aprendizaje.

La inteligencia artificial está transformando con gran velocidad el entorno empresarial, y los directores tienen un papel crucial en la incorporación y aprovechamiento de estas tecnologías para mejorar la competitividad y la eficacia de sus organizaciones. Aquí presentamos algunos puntos clave que los directores deben considerar ante la inteligencia artificial:

1. Comprensión y educación. Es fundamental que los directores comprendan qué es la IA y cómo puede aplicarse en su industria. Esto incluye familiarizarse con términos básicos, distintos tipos de IA (como el aprendizaje automático, el procesamiento de lenguaje natural, etcétera), y las posibilidades –y limitaciones– de estas tecnologías.

2. Estrategia y visión. La implementación de IA debe alinearse con la visión y la estrategia de la empresa. A los directores les corresponde identificar áreas clave donde la IA puede proporcionar un valor significativo, sea en la mejora de la eficiencia operativa, la personalización de productos y servicios, la toma de decisiones basada en datos, o la innovación de nuevos productos, servicios, procesos o modelos de negocio.

3. Inversión y recursos. La IA requiere inversión en tecnología, infraestructura y talento. Los directores deben estar dispuestos a asignar recursos para proyectos de IA, esto puede incluir la contratación de expertos en el tema y la capacitación del personal de la empresa.

4. Ética y gobernanza. La implementación de IA plantea desafíos éticos y de gobernanza. Los directores deben asegurarse de que el uso de IA en su empresa cumpla con las normativas legales y éticas, especialmente en lo referente a la privacidad de datos y a la toma de decisiones automatizadas. Es crucial establecer principios éticos claros y mecanismos de supervisión.

5. Cultura organizacional. Fomentar y apoyar una cultura que valore la innovación y el aprendizaje continuo es esencial. La IA puede generar resistencia al cambio entre los empleados, por lo que es importante promover una mentalidad abierta y ofrecer capacitación y soporte durante la transición.

6. Colaboración y alianzas. La colaboración con otras empresas, universidades y centros de investigación puede ser beneficiosa. Estas alianzas pueden proporcionar acceso a conocimientos avanzados y tecnologías de punta, además de facilitar la creación de soluciones innovadoras.

7. Adaptación y flexibilidad. El entorno tecnológico y empresarial está en constante cambio. Los directores deben ser flexibles y estar dispuestos a adaptar sus estrategias de IA en función de nuevos desarrollos y descubrimientos.

8. Impacto en el empleo. La IA puede automatizar muchas tareas, lo que podría tener un impacto significativo en el empleo. Los directores deben considerar estrategias para gestionar esta transición, como la reubicación de empleados a roles más estratégicos y también inversión en capacitación para nuevas habilidades.

9. Medición y evaluación. Es importante establecer métricas claras para evaluar el impacto de la IA en la organización. Esto incluye medir la eficiencia, la rentabilidad, la satisfacción del cliente y otros indicadores clave de rendimiento para asegurar que las inversiones en IA están generando los resultados esperados.

10. Innovación continua. La IA está en constante evolución. Los directores deben fomentar un enfoque de innovación continua, explorando nuevas aplicaciones y tecnologías emergentes, y estando siempre preparados para aprovechar las oportunidades que sus capacidades de IA puedan acceder.

La inteligencia artificial ofrece enormes oportunidades para mejorar y transformar el desempeño de las empresas u organizaciones. Sin embargo, también presenta desafíos significativos que los directores de empresa deben gestionar muy cuidadosamente. Al adoptar un enfoque estratégico, ético y flexible, los directores pueden maximizar los beneficios de la IA buscando un futuro sostenible y competitivo para sus organizaciones.


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