Opinión Carlos Ruiz Gonzalez

Teoría de agencia, un concepto útil e interesante

Esta teoría, que surgió, en los años 70, tuvo como origen la economía y también la teoría organizacional y proporcionan una herramienta para entender −y resolver− los problemas que surgen del conflicto de intereses entre el principal y los agentes.

Carlos Ruiz González

"No hay nada más práctico que

una buena teoría"

Kurt Lewin (1890-1947)

¿Conflicto de intereses?

Supongamos que eres un avicultor, tienes gallinas ponedoras y, simultáneamente, eres socio de una cooperativa de productores de huevo, que compra su producción para comercializarla. En tanto que eres socio, también formas parte del consejo de esa cooperativa. Este define el precio que le pagan a los avicultores por el huevo. Y aquí es donde se le presenta un conflicto a la hora de determinar el precio: por un lado, conviene subir el precio, pues de esa manera pagarán más por la producción, pero por otro conviene no subir el precio, pues así las utilidades de la cooperativa aumentarán y recibirías más dividendos.

Este es un ejemplo clásico de la "teoría de agencia". Hay que decidir tomando en cuenta los intereses de dos elementos. Uno es el agente (tú, en tu papel de avicultor) y otro el principal (en este caso la cooperativa).

Esta teoría, que surgió, en los años 70, tuvo como origen la economía y también la teoría organizacional. La referencia más citada de su origen está en escritos de Michael C. Jensen y William Meckling(1). Y ha llegado a extenderse mucho más allá de los estudios económicos.

¿Cuál es el problema?

El principal "problema" de la teoría de agencia, (también conocido como dilema o problema de agencia) se presenta cuando una persona o entidad (el "agente"), es capaz de tomar decisiones o acciones sobre, en nombre de o que afecte a otra persona o entidad: el "principal"(2). Este dilema existe, sobre todo, en circunstancias en las que los agentes están motivados para actuar en su propio interés, que puede ser contrario al de los principales.

En resumen, el llamado "problema de agencia" (en teoría de agencia) no es otra cosa que un conflicto de intereses entre el principal y el agente.

Un caso típico de problemas de teoría de agencia se presenta entre el equipo directivo de una empresa (los "agentes") y los principales accionistas (el "principal"). También puede presentarse entre el gobierno de una ciudad o de un país (el "principal") y sus ciudadanos (los "agentes").

En el mundo de la empresa, específicamente en el terreno del gobierno corporativo, la teoría de agencia nos sirve para analizar, aclarar y entender cómo se vinculan los dueños de la empresa (el principal) con el director y su equipo (los agentes) de la empresa, hay situaciones donde podría presentarse el caso en que haya comportamientos oportunistas, tendientes a maximizar la "utilidad" o beneficio de cada parte.

Por ejemplo: los accionistas buscarán ante todo el crecimiento de su patrimonio, mediante el incremento de las utilidades, mientras que el equipo directivo tendrá sus propios "intereses personales" (incrementos de salario, bonos por resultados, incluso participación accionaría posible, más otras prestaciones especiales) todos estos satisfactores podrían afectar, negativamente, el objetivo del principal (los accionistas).

La teoría de agencia funciona de esta manera: el principal contrata al agente, quien trabaja para el principal, supuestamente ambos tomarán decisiones buscando primordialmente los beneficios para la organización (representada en este esquema por el principal). Sin embargo, tanto el principal como el agente tienen intereses propios que influirán (en mayor o menor medida) en la toma de decisiones que afectan a la empresa. El dilema se presenta cuando los agentes tienden a decidir en función de sus propios intereses, especialmente cuando estos son contrarios a los intereses del principal.

Estas reflexiones sobre la teoría de agencia son útiles, pues proporcionan una herramienta para entender −y resolver− los problemas que surgen del conflicto de intereses entre el principal y los agentes.

Una primera conclusión sería buscar alinear (armonizar) los objetivos de ambos, para que trabajen en conjunto con un propósito común. De hecho (Carlos Llano así lo afirmaba) cuando los empleados (los agentes) hacen propios los propósitos del principal (cuando coinciden) no solo tendremos empleados mucho más satisfechos, por poder lograr sus objetivos, sino que obtendremos mejores resultados (el cumplimiento del propósito) en la empresa.

(1) "Theory of the firm: Managerial behavior, agency costs and ownership structure" por Jensen, Michael C.; Meckling, William H., en el Journal of Financial Economics, octubre 1976.

(2) Ver: "Agency Theory: An Assessment and Review" por Eisenhardt, K.M., en The Academy of Management Review, Vol 14.Nº 1, enero 1989.

*El autor es Profesor Decano del área de Política de Empresa (Estrategia y Dirección) en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE).

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