Carlos Serrano Herrera

Actuar de la Fed en 2025 dependerá de Trump

Una de las consecuencias de que Donald Trump imponga aranceles sería un aumento en la inflación, pues las empresas los trasladarían, en la medida posible, a los consumidores.

En Estados Unidos, el proceso desinflacionario ha seguido su marcha. El hecho de que, después de alcanzar un pico mayor a 9 por ciento en 2022, la inflación hoy se ubique por debajo de 3 por ciento sin que se haya producido una recesión o un alza significativa de la tasa de desempleo es un logro notable.

Ahora bien, hay que señalar que el descenso inflacionario no ha sido sin altibajos. Por ejemplo, en octubre la inflación aumentó a 2.6 por ciento desde el 2.4 por ciento registrado en septiembre y si bien estas cifras no son muy elevadas, son mayores al objetivo de la Fed, que es de 2 por ciento. En principio, la desaceleración de la economía de Estados Unidos prevista para los próximos meses debería reducir adicionalmente las presiones inflacionarias de manera que la inflación podría seguir su marcha hacia el objetivo.

Ante este panorama, en septiembre la Fed inició un ciclo de relajación monetaria, bajando la tasa de interés en medio punto porcentual, desde un rango entre 5.25 por ciento y 5.5 por ciento a uno entre 4.75 por ciento y 5 por ciento. Asimismo, en noviembre, llevó a cabo una bajada adicional de 25 puntos base. Hasta antes de la elección presidencial, la expectativa de los mercados era que el ritmo de bajadas continuaría hasta que la tasa alcanzara un nivel de 3 por ciento a fines de 2025.

Sin embargo, ese panorama puede cambiar drásticamente con la elección de Donald Trump, quien ha asegurado que impondrá aranceles de 60 por ciento a las importaciones procedentes de China y de 10 por ciento a las del resto del mundo, además de las amenazas de aranceles de 25 por ciento a México y Canadá. Por si fuera poco, Trump ha anunciado que llevará a cabo deportaciones masivas de indocumentados.

Una de las consecuencias de la imposición generalizada de aranceles sería un aumento en la inflación, pues las empresas los trasladarían, en la medida posible, a los consumidores. Si el aumento en aranceles es de una sola vez, el efecto inflacionario sería también de una sola vez. En BBVA México estimamos que si lo que termina haciendo Trump es aplicar los aranceles de 60 por ciento a China y de 10 por ciento al resto del mundo, la inflación que, como mencioné, está ahora en 2.6 por ciento, cerraría el siguiente año en 3.4 por ciento, un aumento considerable.

Por su parte, una deportación masiva de trabajadores indocumentados también resultaría en aumentos importantes en la inflación, que en este caso serían permanentes. Se estima que en Estados Unidos hay 10.5 millones de personas indocumentadas. La tasa de desempleo está ahora en 4.1 por ciento, nivel que la Fed considera natural o de equilibrio.

En esta coyuntura, la reducción de la fuerza laboral en varios millones de personas llevaría a la tasa de desempleo a niveles bastante menores a la tasa natural. Ello resultaría en presiones salariales que llevarían a niveles de inflación más altos. Además, la contracción en la oferta laboral podría llevar por sí sola a la economía estadounidense a una recesión. Es decir, estaríamos ante un escenario de estanflación, donde la inflación se daría no por expansiones de la demanda agregada sino por contracciones de la oferta agregada.

Es difícil predecir lo que terminará haciendo Trump. Me parece que es más factible que imponga aranceles. Lo ha hecho antes y ha creído en eso durante décadas. Por otra parte, no creo que una deportación masiva sea el escenario más probable. Esto porque implementarla sería muy complicado y sobre todo por los efectos negativos que he señalado. En su primer término, Trump deportó menos personas que Obama en cualquiera de sus dos periodos presidenciales.

¿Cómo reaccionaría la Fed ante estas políticas? Primero hay que señalar que su presidente, Jerome Powell, ha dicho que no especularán y solamente tomarán decisiones una vez que se conozca qué políticas serán implementadas. Por tanto, creo que bajarán la tasa en la última reunión de diciembre en 25 puntos básicos y también en el primer trimestre de 2025 para llevarla a 4 por ciento. Si al poco tiempo de tomar posesión, Trump impone los aranceles, la Fed ya no podría reducir las tasas de interés ante lo que serían inminentes presiones inflacionarias. Si no hay escaladas arancelarias, la Fed podría retomar el ciclo de bajadas en 2026 para llevar las tasas a 3 por ciento. Si se llegaran a dar las deportaciones masivas, las tasas permanecerían en niveles más altos, en 4 por ciento o mayores. La política monetaria está a la espera de las decisiones de política de Trump.

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