Luego de un año marcado por altas tasas de interés que incidió en el patrón de costos de deuda a la baja con que operó la inversión en todas sus áreas, el sector inmobiliario invertirá con nuevas reglas este 2024.
Parte de los cambios se basa en que 22% de los inversionistas inyectarán sus recursos en propiedades residenciales y 19% en comerciales, según un estudio y sondeo integrado a The Wealth Report de la firma Knight Frank. En la edición 18 de dicho reporte, queda claro que no olvidar que el capital privado es fundamental para la inversión inmobiliaria y éste llegará a representar 49% de las transacciones comerciales en el año, por ende la afinidad entre el capital privado y el sector es alta.
Por otra parte, existe en el reporte el reflejo de una necesidad de capital privado en ayudar a reutilizar y mejorar la propiedad global como nunca antes.
Un punto relevante en esta ecuación es que la creación de riqueza volvió a ser positiva y la decisión de los individuos con un patrimonio neto ultra alto (UHNWI), que rebasa los $30 millones de dólares, dejó de estar centrada en las pérdidas del entorno de tasas, desequilibrios energéticos, económicos y geopolíticos.
Pese a las presiones, hoy los analistas consideran que el inversionista debe centrarse en las oportunidades futuras, en especial porque la economía de Estados Unidos ha retomado el rumbo y con ello, la demanda de bienes raíces regresó. En especial cuando este grupo creció 4.2% el último año, con un promedio de 70 inversionistas creados al día, que elevó el total en el mundo a más de 626 mil, con un crecimiento concentrado en América del Norte y Oriente Medio, dejando en América Latina una caída importante. Como era de esperarse, la creación de riqueza entre las mujeres de la generación Z aumentó a un ritmo de 38% en la última década y seguirá en aumento, según la previsión.
La territorialidad es otro factor de la concentración de la riqueza. Por ello, las presiones que generan las ciudades asiáticas como Hong Kong y Singapur frente a Milán y Miami son importantes. De la misma manera que Nueva York y Los Ángeles buscan competir por un futuro de marca, en tiempo que los centros de riqueza emergentes compiten con la creación de incentivos a la inversión.
El estudio incorporó en su índice Knight Frank Luxury Investment una caída de 1% el año pasado, arrastrado por la caída de los valores en segmentos como los autos clásicos, bolsas y muebles, mientras que el arte, joyería y relojes mantuvieron su crecimiento. A su vez, el valor del capital creció 3.1% en promedio, aunque los principales aumentos se concentraron en Asia, luego de la región América, mientras que mercados como Mónaco y Aspen son considerados atractivos por el valor que ofrecen a la inversión.
Un componente que incrementa su participación en la mentalidad de los grupos de inversión son las acciones para reducir su huella de carbono, por lo que las estrategias para sostenibilidad en la decisión de inversiones importan. En materia de tecnología, la ola de inversión en Inteligencia Artificial permitió el repunte del mercado de valores y se espera que mantenga la inversión récord por la demanda de tipos de uso específicos en ubicaciones. La razón es que se está utilizando para descubrir oportunidades de mercado a escala, por ejemplo, la identificación de terrenos para albergar opciones de generación de hasta 100 mil viviendas, igual que 5 mil millones de hectáreas agrícolas susceptibles de edificación.
Lo tratado en este informe de riqueza es revelador del comportamiento que se ve venir entre los compradores con poder económico, su interés en recuperar la inversión este 2024, su peso específico en la industria, y en especial, cómo las tendencias aplicadas a los activos inmobiliarios serán determinantes para ubicar oportunidades, o convertir los proyectos en desafíos fuera de mercado.