En uno de los mejores momentos de precios, nuevos consumidores y demanda, la Ciudad de México (CDMX) vive la falta de proyectos de gran escala que dinamicen el mercado.
El área de oportunidad es la expansión urbana, pero bajo un orden que genere equilibrio y proyectos tipo Mítikah, que mantuvo en el pasado reciente a partir de un polígono de actuación una era de crecimiento con impacto a definir en su operación.
Los desafíos de este nuevo orden urbano son múltiples, porque se requiere un programa de desarrollo que incentive la inversión, atienda la demanda y permita el desarrollo donde existan servicios como transporte, agua, luz y tierra disponible.
Así, por distintas razones, en los últimos tres años no se veía un desarrollo que fomente demanda, creación de fuentes de empleos, servicios e ingresos al erario.
Sólo en el segmento corporativo se desarrolla obra en el 445 de avenida Reforma, la antigua sede de Aeroméxico, cuyo diseño está a cargo de Colonnier Arquitectos y comercializado por Cushman & Wakefield.
Otro corredor específico con oportunidades es la zona sur donde segmentos como el residencial, comercial y de oficinas permanecen en un impasse, pese a la demanda no cubierta y que sí se ha dinamizado en zonas como Polanco, Reforma y Lomas.
Muestra del potencial es lo que se ha desarrollado en los más de 40 mil metros cuadrados (m²) que entre 2003 y 2008 hicieron factibles las nuevas instalaciones del hospital Médica Sur. Se trata de la Torre III (que alberga un Hotel Holiday Inn de 45 llaves), la clínica de gastroenterología y un auditorio que agregaron al complejo hospitalario un excedente de 15 mil m² conforme a lo permitido.
Si bien la obra debería atravesar por un proceso de regularización, es un ejemplo de lo que puede alcanzarse con proyectos de gran escala, en especial por el potencial que el nicho hospitalario ofrece al desarrollo.
Lo es porque pocas zonas de la ciudad ofrecen lo que hoy incluye este complejo hospitalario: 3.8 hectáreas ubicadas en Tlalpan, donde se consolidaron 122 mil m² de superficie construida para levantar un hospital de 34 mil m2, con 27 mil m² de consultorios propios y de terceros, 44 mil m² de estacionamiento y otras áreas.
Por ello, en la próxima transición las nuevas autoridades tendrán la oportunidad de consolidar una entidad con planeación urbana, que complemente la agilización de trámites, certeza jurídica y un eje que haga factible que la ciudad detone desarrollo inmobiliario en los polígonos donde se determine viabilidad.
De lo contrario, este mercado continuará sin proyectos que se reactiven como ocurre en oficinas y viviendo el efecto de la gentrificación, el aumento de precios, miles de metros cuadrados vacíos de oficinas en corredores sin demanda y falta de renovación del parque inmobiliario.