Claudia Olguín

‘Downsizing’ y oficinas ‘stand alone’

Son tendencias que amplían su participación en el mercado ante los nuevos requerimientos de los inquilinos que modificaron su huella operativa.

Más allá del crecimiento del coworking posterior al tiempo de pandemia, las estructuras de trabajo híbrido trajeron de nuevo al escenario el achicamiento de superficies (downsizing) y la adecuación de espacios independientes (stand alone) de oficinas para empresas de menor tamaño.

Es una dinámica reproducida en corredores inmobiliarios con acceso a servicios como transporte público, amenidades y a clientes potenciales.

Son tendencias que amplían su participación en el mercado ante los nuevos requerimientos de los inquilinos que modificaron su huella operativa.

Hoy la optimización de espacios es fundamental, dado que las nuevas generaciones de colaboradores representan un reto en el regreso a las oficinas convirtiéndose en un retenedor de talento.

Desde la escena de los grandes operadores de espacios colaborativos, se ha insistido en el peso del trabajo híbrido. WeWork, por ejemplo, en su plan 2024 no consideró un crecimiento en su portafolio de 22 propiedades, dado que independiente al contexto de su operación global, las formas de trabajo le permitieron con la tecnología administrar los espacios para atender la demanda creciente.

Estas tendencias impactan el mercado de oficinas en Ciudad de México y abrieron campo a contratos de adecuación de espacios de despachos de oficinas, firmas de mobiliario y movieron de su eje las políticas de desarrolladores.

En otros ciclos del mercado, el downsizing ajustó la operación de cara a períodos de inestabilidad.

Desde el segundo trimestre de 2023, la tasa de disponibilidad se mantuvo en 23 por ciento, pero en la segunda mitad del año en curso, la tasa bajó a 22.2 por ciento.

Analistas consideran que la menor disponibilidad obedece al incremento de la demanda de espacio corporativo acondicionado, a diferencia de los habituales procesos de entrega de espacios en obra gris.

Un análisis de Newmark México que cruza estos indicadores revela que a diferencia de 2017, cuando 79 por ciento de las oficinas se entregan en obra gris, hoy su participación es menor a 34 por ciento.

Actualmente 48 por ciento de las oficinas entregadas son de espacios acondicionados, amueblados o semi acondicionados.

De mantenerse la demanda de espacio de los últimos trimestres y ante la integración al inventario de los edificios en construcción, la tasa de disponibilidad podría bajar aún más.

Es fácil referir el cambio de este indicador si se observa que a inicios del primer trimestre de 2022, había 1.4 millones de m² de oficinas en construcción y actualmente sólo son 479 mil m².

La inercia positiva de industrias como tecnología, consultoría, financiero, industrial, de consumo y de gobierno compensan las tendencias referidas, además de que algunas decisiones de toma de espacio están vinculadas con la definición de las políticas comerciales de la administración Trump.

Si las medidas son radicales, empresas del sector pudieran inhibir la demanda y la recuperación sería más prolongada.

Los reportes del último trimestre reflejan la baja disponibilidad de corredores como Reforma, Polanco y Lomas.

El saldo de los 10 corredores es un inventario de 8.08 millones de m² con una tasa ajustada de 22.2 por ciento de disponibilidad, una absorción del último trimestre de 133 mil 357 m² y precios promedio de 23.70 dólares.

Con o sin caminos de salida para enfrentar los nuevos requerimientos, la tasa de disponibilidad podría terminar el año en 21 por ciento.

De ser así, este mercado estaría en la antesala de un nuevo ciclo de crecimiento.

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