En un ambiente de expectativa por el próximo proceso electoral, la indefinición del Tratado de Libre Comercio en América del Norte (TLCAN) y las fluctuaciones cambiarias, los números de absorción de oficinas del primer trimestre crecieron 72 por ciento en relación con lo colocado en igual periodo en los últimos cinco años.
En su más reciente reporte del mercado corporativo, Cushman & Wakefield (C&W) da cuenta de esa evolución que llegó a 121 mil metros cuadrados colocados, pero señala la creciente percepción en el mercado de que los números no fueron suficientes para detener la moderación de los planes de inversión en distintas industrias.
Este último hecho ha generado una moderación de 25 por ciento promedio en el inventario en construcción. Este escenario, sin duda, es contrastante con la visión de quienes han estado en distintos ciclos inmobiliarios, por lo que no es la mejor parte del momento que vive el desarrollo en México.
Importante acotar lo que esta perspectiva de la firma de corretaje hace sobre los resultados del primer cuarto del año, basados en lógicas como el hecho de las transacciones generadas desde el segundo semestre de 2017 pero que se concretaron en el período de referencia.
Un factor adicional es la integración de proyectos como Artz Pedregal y Marina Park, ambos se unen al mercado del corredor sur de la Ciudad de México pero cuentan con superficies significativas de metros cuadrados prearrendados.
Este factor es sin duda coyuntural, porque habla de una nueva etapa en la industria donde se mantiene el exceso de liquidez, la existencia de proyectos de gran formato con usos mixtos que apuestan al requerimiento de empresas globales (nacionales y extranjeras) que cuentan con estrategias inmobiliarias sólidas.
Ahora bien, la incorporación de nuevos proyectos incrementó la tasa de disponibilidad a 12 por ciento, producto de los 303 mil 800 metros cuadrados que se sumaron al inventario.
Como en otro momento de fin de ciclo, el mercado que actualmente alcanza 1.2 millones de metros cuadrados de nuevos proyectos tendrá el reto de mantener o ajustar su ritmo de colocación. No es tema fácil, si se considera que éste representa 3.4 veces el promedio de absorción anual visto los últimos cinco años.
En materia de precios, según este reporte, mantienen la estabilidad del mercado corporativo ya que las rentas tocaron fondo en igual periodo del año pasado, producto de la inestabilidad cambiaria que dio fortaleza a los precios de hasta 10.2 por ciento en ese período, dado que en promedio se ubican en 23.39 dólares por metros cuadrados de arrendamiento.
Con todo, la industria, mucha de ella institucionalizada por la salida de nuevos vehículos financieros, se empieza a amoldar a los nuevos ritmos. Es un hecho que los proyectos bien posicionados y con estrategias de comercialización sólidas seguirán desplazando los miles de metros cuadrados que se construyen en el momento actual.
Después de todo, con 10 corredores inmobiliarios claramente definidos, el mercado incrementa su portafolio con nueva oferta en el mercado. Esa es la inercia que ha permitido que en el inicio de año se generen cierres relevantes.
Aquí hemos comentado el peso específico que los sismos generaron en arrendamiento de entidades del gobierno federal, pero también el movimiento que provocó la reubicación a edificios de nueva generación. Muestra de ello son las absorciones promovidas por dependencias como la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y, a últimas fechas, los 30 mil 166 metros cuadrados que arrendó la Secretaría de Salud en Marina Park.
Veremos, como en otros periodos de cambio, la flexibilidad usual de desarrolladores e inversionistas, al igual que innovadoras soluciones para generar movimiento en el negocio corporativo.