El viernes pasado, en la sede de CEPAL en Santiago de Chile, José Antonio Ocampo, profesor de la Universidad de Colombia, exsecretario de Hacienda de Colombia, ex secretario general de CEPAL, ex secretario general adjunto de Naciones Unidas presentó una alocución, en el marco de la conmemoración del 75 aniversario de la CEPAL, sobre las reformas que requiere el sistema financiero internacional. En la conferencia planteó hacer cambios drásticos al actual sistema financiero internacional con el objetivo de mejorar indicadores económicos a nivel mundial. Señaló que “la banca de desarrollo debe seguir expandiéndose, para ofrecer tanto soluciones estructurales como contra cíclicas. Es esencial continuar con el financiamiento al sector público y ampliar el apoyo a la provisión de bienes públicos internacionales”.
Estas propuestas de Ocampo coinciden con las reuniones que esta semana se llevarán a cabo sobre nuevos rumbos de la cooperación internacional. La primera de ellas en Jaipur, India, donde se realizará una reunión de ministros de Comercio e Inversión del G20, integrado por Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, Reino Unido, República de Corea, México, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea.
Paralelamente se realizará la 15ª Cumbre BRICS, que se llevará a cabo en Johannesburgo, Sudáfrica, del 22 al 24 de agosto. Las naciones BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) representan el 42 por ciento de la población mundial y el 32 por ciento de la economía mundial. Los BRICS buscan fortalecer a los países en desarrollo en un orden mundial menos dependiente. BRICS obtuvo su forma actual en 2010, con la admisión de Sudáfrica, fue creado en el momento unipolar posterior a la Guerra Fría, como una respuesta a la resistencia a la reforma de las grandes instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial y otras. BRICS busca reequilibrar al mundo que, en palabras del ministro de Relaciones Exteriores de India, Jaishankar, está “dejando a demasiadas naciones a merced de muy pocas” y señaló que Naciones Unidas, está en gran medida al margen de los problemas globales más críticos. Sigue atascado en paradigmas de 78 años. Ninguna sede de ninguna institución importante de la ONU se encuentra en el este y el sur de Asia, donde vive la mitad de la humanidad. Incluso los miembros de su personal son abrumadoramente occidentales.
BRICS comenzó con la visión de crear un orden mundial con una representación adecuada para el sur global. En los primeros días, la atención se centró en la promoción del crecimiento económico, mientras que muy rápidamente los temas cubiertos se han ampliado a la seguridad, la salud, la educación, el medio ambiente, la lucha contra el terrorismo y muchos otros. En 2015, BRICS creó el Nuevo Banco de Desarrollo, con sede en Shanghái. La expresidenta brasileña, Dilma Rousseff, es su actual presidenta. Junto con el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, forma un complemento y una narrativa diferente de los bancos en desarrollo asentados en Washington (Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros).
La ampliación de la agrupación será el centro de atención en la cumbre. Parece que todas las naciones BRICS están, en principio, abiertas a agregar más miembros. Naledi Pandor, ministra de Relaciones Internacionales y Cooperación de Sudáfrica, dijo que 23 países han presentado formalmente una solicitud para unirse a los BRICS. Estos incluyen países en desarrollo como Indonesia, Argentina, Egipto, México, Vietnam, entre otros, y una posible adhesión sería el ingreso de Arabia Saudita, lo que agregaría más recursos financieros a los BRICS.
Un área interesante de debate será el medio ambiente; el primer ministro indio, Narendra Modi, sugirió recientemente un grupo de trabajo sobre el desarrollo global del ferrocarril verde. Los miembros BRICS son líderes mundiales en desarrollo verde, tan solo China representa entre el 60 y el 80 por ciento de la producción mundial de energía solar, eólica, hidroeléctrica, de automóviles eléctricos y de trenes de alta velocidad. A lo anterior conviene mencionar que el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, acaba de poner a Brasil al frente en la protección de la Amazonía, reduciendo la deforestación a un mínimo de siete años. India pronto será la segunda mayor potencia solar del mundo después de China y está lanzando nuevos planes ecológicos.
Independientemente de lo que traiga el siglo XXI en términos de desafíos y conflictos, una cosa es segura. Todos tendrán que ser resueltos en un contexto multipolar, a través de la cooperación entre muchas y muy diferentes naciones. BRICS tiene un papel clave que desempeñar en ese panorama. El llamado del tiempo es el diálogo y el respeto. Respetémonos unos a otros y encontremos puntos en común a través del diálogo.