El país se encuentra aún en el posdebate de la reforma judicial y en la incertidumbre de cómo finalmente se instrumentará. Sin embargo, este no es el final, la sociedad en su conjunto tendrá que enfrentarse al debate de las reformas que por diversos motivos no se han puesto en marcha en las últimas décadas, es una agenda que requiere de una meditación colectiva, sobre el perfil del país que queremos dejar a las generaciones por venir. Es el momento de alentar la discusión, de proponer, no es momento de pasividad sino de respuestas de gran alcance que permitan constituir una sociedad más justa y con un Estado que responda a las grandes aspiraciones de la sociedad mexicana.
La economía mexicana ha experimentado diversas reformas a lo largo de las últimas décadas, pero aún hay áreas clave que requieren ser puestas en marcha si México quiere impulsar un mayor crecimiento económico en condiciones de mayor equidad social:
1. Reforma fiscal integral
- Racionalización de impuestos: aunque ya se han implementado varias reformas fiscales, sigue existiendo una gran dependencia de los ingresos petroleros y un nivel bajo de recaudación tributaria en comparación con otros países de la OCDE. Se necesita una mayor diversificación de las fuentes de ingresos públicos y una ampliación de la base tributaria.
- Combatir la evasión fiscal: implementar mecanismos más estrictos para evitar la evasión y elusión fiscal, que es un problema persistente.
- Impuestos progresivos: reformar el sistema fiscal para hacerlo más progresivo, de manera que los sectores de mayores ingresos contribuyan más proporcionalmente.
2. Reforma del sistema de pensiones
- Sostenibilidad: México ha hecho reformas a su sistema de pensiones, pero sigue siendo insuficiente para garantizar una vejez digna para muchos trabajadores. Se requieren ajustes que incrementen las contribuciones y extiendan la cobertura.
- Pensionados del sector informal: mejorar el acceso a sistemas de pensiones para los trabajadores del sector informal, quienes constituyen una gran parte de la población laboral.
3. Reforma laboral
- Formalización del empleo: la economía informal representa casi el 56 por ciento de la fuerza laboral en México. Se requieren políticas activas que faciliten la transición de estos trabajadores a la economía formal, proporcionando mejores condiciones laborales y acceso a la seguridad social.
- Salarios dignos: aunque el salario mínimo ha aumentado recientemente, aún está por debajo de lo necesario para cubrir las necesidades básicas en muchas regiones. Elevar los salarios podría ayudar a reducir la pobreza y la desigualdad.
- Fortalecimiento de los derechos laborales: mejorar la aplicación de las leyes laborales para proteger mejor a los trabajadores, especialmente en sectores donde se abusa de la subcontratación o se ignoran los derechos laborales.
4. Reforma del sistema educativo
- Educación de calidad: es fundamental invertir en una educación de mayor calidad y más equitativa. La falta de habilidades en los egresados limita la competitividad de la economía mexicana. Es necesario implementar reformas que mejoren la formación técnica y profesional.
- Alianza con el sector privado: fomentar la cooperación entre el sistema educativo y las empresas para desarrollar programas que respondan mejor a las necesidades del mercado laboral.
5. Reforma energética
- Energías renovables: aunque la política energética reciente ha dado prioridad a la energía fósil, es crucial que México adopte un enfoque a largo plazo basado en energías limpias y renovables para cumplir con los compromisos ambientales y fomentar la sostenibilidad.
- Competencia en el sector energético: aumentar la competencia en el sector energético y permitir una mayor participación del sector privado puede mejorar la eficiencia y reducir los costos energéticos.
6. Reforma del sector salud
- Acceso universal: aunque se han realizado esfuerzos por ampliar la cobertura sanitaria, sigue habiendo grandes desigualdades en el acceso a servicios de salud, especialmente en zonas rurales y comunidades marginadas.
- Financiamiento adecuado: es necesario aumentar la inversión en salud para asegurar que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios de calidad.
Estas reformas estructurales podrían ser fundamentales para crear una economía más dinámica, equitativa y competitiva en el ámbito internacional. El desafío radica en la voluntad política y en la capacidad para implementarlas de manera eficiente y equitativa.