Por Paola Cicero Arenas, Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT)
*Las opiniones expresadas son de carácter personal e independientes de la posición oficial del IFT.
Los meses transcurridos desde el inicio de la pandemia por el SARS-CoV-2 nos están dejando importantes aprendizajes en diferentes ámbitos, desde la relevancia de lavarse las manos hasta la coordinación multinacional para encontrar una vacuna. En ese abanico de enseñanzas, la tecnología en general y la inteligencia artificial (IA) en particular han sido unos de los protagonistas en lo que va de la batalla contra este virus. Por ejemplo, en la mayoría de los países se han utilizado diferentes aplicaciones de la IA para la identificación y monitoreo de las personas contagiadas o bien para descifrar los fármacos más efectivos de acuerdo con el ADN del virus.
Pero esto es sólo un botón de muestra de la capacidad de impacto de la IA. Tal como lo expresa Cédric Villani, en referencia a la estrategia de Francia, la IA ha dejado de ser un campo de investigación confinado a un laboratorio para convertirse en una de las claves del futuro. Es un referente actual que ha cobrado vida y que será determinante para configurar el mundo en las próximas décadas.
De ahí la relevancia y la oportunidad de la iniciativa IA2030MX, encabezada por la organización civil C Minds, un ejercicio colaborativo con miras a proponer una estrategia nacional de IA para nuestro país. Se trata de un proyecto en el que participamos profesionistas e instituciones del sector público, privado y académico con la intención de dotar a México de una brújula para impulsar su adecuada inserción en uno de los aspectos más importantes de la cuarta revolución industrial.
A lo largo de varios meses, los participantes en este esfuerzo nos organizamos en seis grupos de trabajo que constituyen las coordenadas de la propuesta: 1) ética; 2) gobernanza, gobierno y servicios públicos; 3) datos, infraestructura digital y ciberseguridad; 4) investigación y desarrollo; 5) habilidades, capacidades y educación y, 6) mexicanos en el exterior. Líderes y co-líderes de cada grupo nos dimos a la tarea de investigar y desarrollar los capítulos del documento, como si se tratase de un lienzo en blanco, para después, en un ejercicio de transparencia y colaboración adicional, abrirlos a la retroalimentación de otros expertos e interesados.
Así, el resultado es precisamente un micro ejemplo de lo que debe ser la construcción de una agenda de esta naturaleza: un esfuerzo colaborativo, una visión multidisciplinaria que involucra a la sociedad en su conjunto y un objetivo que no sólo busca desarrollar la IA per se, sino también promover que tenga como finalidad el bien común.
Mika Lintilä, ministro de Economía de Finlandia, reconoció recientemente que su país nunca tendrá suficiente capital para ser el líder global en el desarrollo de la IA, pero el uso que planean darle marcará la diferencia. Así, la adopción de una estrategia o agenda de trabajo en IA en México es una necesidad para no sólo sobrevivir, sino para aprehender los beneficios de esta tecnología y asegurar nuestro lugar en el futuro.
En este sentido, la agenda IA2030MX es un gran punto de partida. Ojalá, por lo menos, coadyuve a aguijonear una indispensable conversación pública pendiente: los retos y oportunidades de nuestro país en la revolución de la inteligencia artificial.